1.800 segundos

¿El mundo es hermoso, verdad?. Tratemos de imaginar la incidencia del ser humano en la historia del mundo, y lo que estamos haciendo, lo que más me asombra es la que reduce todo el tiempo transcurrido desde el origen de la Tierra y el primer hombre hasta nuestros días a un solo año repartido en 365 días.

El origen de la Tierra se situaría en el 1 de enero. La Era Primaria empezaría a primeros de septiembre. Los primeros peces, que aparecen en el Silúrico, lo harían a finales de octubre. Los mamíferos, correspondientes al período Jurásico, aparecerían a finales de noviembre. El primero homínido, el australopiteco, nacería el 31 de diciembre, el último día del año, a eso de las 9 de la noche. ¡ Increíble!

El Homo Sapiens, nosotros, apareceríamos el mismo 31 de diciembre, a las 11:30 de la noche, solo media hora de historia humana. Es decir, que el género humano lleva unos 30 minutos de existencia en este imaginario año de la Creación. Como Humanidad hemos hecho cosas tan hermosas como discernir la cultura, el arte, la medicina, la comunicación, el deporte, y sin embargo no hemos logrados eliminar nuestro egoísmo aferrados a nuestro diminuto yo. a

De los segundos que posee el año, nosotros llevamos por aquí apenas segundos. No quiero ni calcular las pocas milésimas que segundo que hace que yo existo. Estamos empezando a renacer, a comprender que pasa, a nacer de nuevo a un amor mas duradero y generoso, para poder vivir y ofrecer algo a los que vendrán después, algo que sirva a todas las generaciones. ¿Somos demasiado jóvenes para entenderlo?

¿Los que ahora son niños en la Tierra lo tendrán claro? Tal vez ellos lo intuyen ya y logren construir ese mundo mejor que muchos de nosotros sentimos muy dentro, nuestro trabajo es ahora despertador, el de ellos consolidar una vida mejor para la humanidad. Esto mueve mi vida hacia adelante y me da fuerzas para hacer cada día un poco más.

¿Cuántas personas se hacen esta misma pregunta? ¿Qué puedo hacer yo? Y cada día veo mas solidaridad entre la gente, mas visión profunda, menos ganas de consumo, y mas intenciones de vida pacífica y sencilla. ¿será esta la clave que abrirá el futuro?

Por un momento podemos soñar que esto es posible, quedarnos embelesados con un bien natural para todos los seres de la Tierra, luego despertamos y concluimos que nuestro dolor y enfermedad del tipo que sea puede llegar a reducirse utilizándola para saltar a una realidad más honesta y encontrar paz no contagiando a nadie de negatividades. Esto es ecología espiritual y todos podemos hacerlo.

Descodificar nuestro dolor antiguo guardado es sencillo cuando comprendemos que solo el amor lo cura todo y nos hace felices y libres.