Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. (Sal 1) Cuaresma 2015
Al fin y al cabo, el pobre es el egoísta. Los pobres que nosotros conocemos o de los que oímos hablar son los que no tienen comida, techo, ropa. Para nosotros un pobre es una persona que está tirada en el suelo pidiendo dinero, alguien para el que un pedazo de pan es la vida. ¡Qué equivocados estamos!
Existe otra clase de pobres: los pobres de corazón y de espíritu. Estas personas son las que van a lo suyo, las que sólo se preocupan de ellos, no aman, han apartado a Dios de sus vidas … Está pobreza es mucho más complicada de solucionar porque depende de nosotros mismos. ¿Puedes tener tú esta pobreza? ¿Por qué el verdadero pobre es el egoísta y el que va a lo suyo y no ama?
Oración Estamos como dormidos, Señor, cada uno va por su lado y se preocupa sólo por sus cosas. Y no oímos los gritos de los hombres. Y no vemos la triste sonrisa de los niños hambrientos o solos. Y no nos impresiona el vagabundeo sin sentido de muchos jóvenes, y no nos alarma la cara silenciosa del mendigo que pide en una esquina. Haz que seamos solidarios, Señor, con quienes no tienen la suerte de vivir tan bien como nosotros. Haznos generosos y capaces de compartir con los que lo necesitan. Haz que no seamos indiferentes al sufrimiento de los demás.