En este hermoso planeta…
hay un interesante territorio llamado Venezuela
Al norte de este país, a la orilla del mar Caribe, se encuentra El Guaraira Repano, una montaña conocida como El Ávila …
en este territorio vivían en armonía Los Caribes, cuando llegaron los españoles.
Cuando aun no existía la ciudad, que hoy conocemos como Caracas, Los Mariches por cientos de años subían a esta poderosa montaña en los equinoccios y solsticios a dar gracias…
En 1993 esta montaña inspiro en mi, como a muchos otros, un proceso de despertar y de conexión con la Madre Tierra…
Un osado investigador lanza una hipótesis, que desempolva grandes misterios
Este investigador asocia un petroglifo de Tusmare (El Hatillo); que está asociado con un mito de creación, con los picos Oriental y Naiguata…
Luego de varias odiseas, logro filmar las estructuras esculpidas en la piedra en el pico Naiguata. La montaña siguió guiándome en mi despertar, mostrándome el camino de las tradiciones indígenas y su gran sabiduría
Luego de varios recorridos por sitios de poder por nuestro país y de viajes chamánicos, siento de nuevo el llamado de la montaña, de mi maestra, El Avila; me pide compartir lo aprendido
Me enseña nuevos rincones que son pocos conocidos, los cuales nos permitieron transitar una nueva ruta para volver al Naiguata…
La montaña nos enseña una hermosa familia, que servirá de apoyo y guía por estos nuevos parajes, para cumplir una nueva visión; hacer ceremonia en un sitio de gran poder
Una abuela, Julia, la cabeza de esta familia, curandera y descendiente Mariche, nos recordará son su humilde sabiduría y gran la generosidad, los valores de nuestros ancestros…
Con esta calida compañía, comienza a gestarse el sueño; el Naiquatá nos exige una peregrinación de integración, un extraordinario grupo de seres asume el desafío
Entre otros 25 personas, un hermoso ser; Arleni de Jesus, nos regala la oportunidad de revivir una tradición perdida; El Sebucan…
Junto a este grupo extraordinario, Abjini y su grupo de Danzas Arcoiris nos acompañan en esta peregrinación, dirigiendo algunas dinámicas de gran valor para el proceso de iniciación que vivimos todos.
Logramos nuestro propósito; con ayuda de todas las fuerzas de la montaña y del universo, realizar ceremonia en El Naiguata, el solsticio de verano de este año, para conectarnos con esta milenaria montaña y cumplir con la tradición de nuestros ancestros
El Naiguata nos regala, además, la pasión de un amauta Aimara de Bolivia, TitiWaira que logró llegar sin conocer la ruta para cumplir con su tradición; celebrar el primer día del año…
Nuestra madre, la Tierra, nos está invitando a conectarnos de nuevo, a reconocerla, a honrarla y a respetarla, como lo han hecho nuestros ancestros por miles de años…
La convivencia de “manada” fue una de las experiencias más valiosas que vivimos todos allá arriba, creando una estrecha hermandad arcoiris…
Esa, la del mechón, soy yo, ahora, luego de tantas experiencias y aprendizajes, los invito a un experiencia de inicio para ir redescubriendo esta conexión…
“Comenzando desde el interior, trabajando en círculo, en forma sagrada, nos sanamos a nosotros, nuestras relaciones y nuestro mundo”
Ahora, vamos a ir paso a paso, para prepararnos para la próxima peregrinación (este 01 y 02 de agosto vamos a iniciar de nuevo ese proceso )