EL BÁCULO DE JESÚS

Báculo del pastor y del anciano. los nietos son el báculo del anciano.

EL BÁCULO DE JESÚS Nosotros como cristianos hemos leído muchas veces Mateo 4:1-11, pero quizá hemos pasado por alto algunos detalles que son importantes para nuestra vida espiritual. Si preguntáramos: ¿Quién es Dios para usted? cada uno tendría una definición diferente. En este caso: ¿Quién era Dios para Jesús?.

En Mateo 3:13, nos habla del bautismo del Señor Jesús, y el verso 17 dice: Y hubo una voz de los cielos, que decía: ESTE ES MI HIJO AMADO, en quien tengo complacencia. y en preparación para la obra que Jesús tendría que afrontar y después del bautismo, el texto de Mateo 4: 1-3 dice: Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: «SI ERES HIJO DE DIOS, DI QUE ESTAS PIEDRAS SE CONVIERTAN EN PAN»

Lo que sucede es que el «tentador» es un oportunista por tres razones: Meditemos un poco sobre el contenido de estos tres versículos. La misión de Jesús en el desierto principalmente era la de prepararse espiritualmente, orar, ayunar y pedir la dirección de su Padre para poder realizar la obra de salvación. Lo que sucede es que el «tentador» es un oportunista por tres razones: 1). Cuando Jesús procuraba consagrarse para realizar la obra de Dios, él quería impedir esta preparación. 2). Esperó que Jesús estuviese «solo», en el desierto. 3). Cuando Jesús estaba en su mayor necesidad. El diablo que había estado siguiéndole los pasos, se presento, supuestamente para ayudarle.

Su primer tentación: ¡Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan! Recordemos que Adán cayo por la comida. La pregunta es: ¿Caería Jesús también? Satanás intentaba ponerle dudas en la mente de Jesús, ¿si realmente soy Hijo de Dios, como Él me lo dijo, porqué estoy en esta situación de hambre y demacrado?

Juan 13:2, dice que es el Diablo el que le la tentación en la mente de los hombres. ¿Creería realmente Jesús en la Palabra de su Padre, cuando en ocasión de su bautismo le dijo: «ESTE ES MI HIJO AMADO EN QUIEN ME COMPLAZCO»?

¿Cuál sería la actitud de Jesús ante esta situación? ¿Qué haría usted? Aparentemente el tentador tenía razón, Jesús se encontraba solo, en un desierto, demacrado, y con una intensa hambre, a pesar de haber orado con fervor a su Padre durante cuarenta días. Para saber que hiso Jesús leamos el vero 4. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

En este texto encontramos cual era el «báculo» de Jesús, LA PALABRA DE DIOS, aunque Jesús no había visto a su Padre en ocasión de su bautismo, creía en su Palabra, cuando le dijo: «Este es mi Hijo amado en quien me complazco». Usted y yo sabemos que Jesús bien podría haber convertido las piedras en pan y satisfacer su hambre, pero si lo hubiese hecho, habría permitido que Satanás le sembrara la duda en su mente, y no hubiese creído en la Palabra de Dios.

Satanás estaba siguiéndole los pasos a Jesús desde la cuna, porque él sabia que Jesús había venido del cielo con el fin de salvarnos y de esa manera derrotarlo. El apóstol Pedro utiliza la figura de un león para ilustrarnos la forma como trabaja Satanás (1Ped.5:8). «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar»;

¿Cómo trabaja el león? El león para capturar su presa, ocasiona la separación de la manada, y luego ataca al animal que se separa del grupo devorándolo cruelmente sin misericordia. Por esa razón, si tu quieres ser fiel a Dios, no te separes de la iglesia, pensando que eres lo suficientemente fuerte para resistir los ataques del enemigo, no dejes de leer la Biblia, orar y asiste siempre a las reuniones de la iglesia y comparte la Palabra.

Sigamos con nuestro estudio de Mateo 4. Leamos los versos 5-6. Jesús triunfó en esta tentación, pero Satanás no se dio por vencido, nuevamente le hace la misma insinuación, pero en otro lugar, el pináculo del templo. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra»

«si eres Hijo de Dios», ahora le quiso decir: ¡Cómo tu estas tan convencido de que eres el Hijo de Dios! , échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Le cito el (Salmo 91:11,12) ¿Si notan la astucia de Satanás? Como Jesús se defendió con un escrito está, ahora Satanás también le cita las Escrituras, pero dándole una aplicación diferente. Si satanás lo hubiese empujado del «pináculo del templo», el texto se habría cumplido, pero en este caso Satanás quería que Jesús pusiese a prueba la Palabra de Dios, es decir que Dios le demostrara que esto era cierto, dándole gusto al diablo más no creyendo en lo Dios había dicho.

¿Cómo se defendió Jesús ante esta situación? Esta situación sería como difícil para nosotros resolver, porque nosotros le citamos la Escritura, luego él también nos cita la Escritura. ¿Cómo se defendió Jesús ante esta situación? Verso 7. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Le citó (Deut.6:16).

Ciertamente que Satanás estaba en serios aprietos, pero ni aún aquí se rindió, y decidió poner a prueba nuevamente a su Adversario Mateo 4:8,9, dice: Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y le dijo: «Todo esto te daré, si postrado me adorares». Notemos que el «Verbo de hizo carne» (Juan 1:14), por tanto era como uno de nosotros, y los invitados a la cena (Luc.14:16-20), se disculparon de asistir a la cena por atender a las cosas materiales, las mismas que Jesús rechazaba.

En este caso Jesús estaba en el mismo terreno que se encontraba Adán, y todos sabemos que él fracasó por poner las cosas materiales en primer lugar que la Palabra de Dios. Y la Biblia no registra que adán tuviese hambre. Todo lo que Satanás le ofrecía a Jesús a cambio de recibir su adoración era de Dios, y le había sido entregado a Adán como administrador, y el hecho que estuvieran en manos de Satanás fue a causa del pecado, es decir: lo adquirió fraudulentamente.

¿Caería Jesús en la situación en que se encontraba, ante semejante tentación? Leamos Mat.4:10. «Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás» Este es un ejemplo para cada uno de nosotros, que bajo ninguna circunstancia, abandonemos la Palabra de Dios, que ella sea nuestro «Báculo» cada día. Pero lamentablemente, cuantos cuando son invitados a seguir en la senda de la vida eterna, prefieren aferrarse a las cosas materiales, en lugar de aceptar al Dios creador de las cosas materiales.

Hebreos 4:14-16 dice: Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Cristo te está invitando para darte su incomparable gracia, es gratis, no le dejes esperar más, ven a Él.

Conclusión Lucas 19:10 dice: Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Note a lo que se expuso Jesús por salvarnos. Recuerda que Jesús no nos puede salvar si nosotros no se lo permitimos, Él ya nos encontró desde que este mensaje llegó a tus oídos, pero el resto te toca ti «escuchar su voz». Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. Isaías 55:11.

Este vendito mensaje está siendo predicado por todo el mundo, pero será en vano para ti si tu no abres tu corazón y te entregas a Cristo antes que sea tarde.