Misericordiosos como el padre Catequesis online para el año de la misericordia

Hacia la “civilización del amor” ESTEBAN ESCUDERO TORRES OBISPO AUXILIAR DE VALENCIA Catequesis nº 6

IDEAS PRINCIPALES DE LA CATEQUESIS La Iglesia y el orden económico y social La Doctrina Social de la Iglesia La justicia y la misericordia La caridad en la verdad La opción preferencial por los pobres

La Iglesia y el orden económico y social Jesús envió a sus discípulos y a la Iglesia al mundo. Por eso, la Iglesia no puede circunscribirse con su mensaje de la misericordia al ámbito individual y eclesial. Debe ser levadura, sal y luz del mundo. La Iglesia debe pronunciarse en las cuestiones de ética económica y social, no para defender su propia causa y sus intereses, sino en beneficio de las personas humanas y de la sociedad.

La Doctrina Social de la Iglesia El fundamento de la Doctrina Social de la Iglesia es la imagen cristiana del ser humano; en concreto, la incondicional dignidad y libertad de todas y cada una de las personas, otorgadas por el Creador. Esta Doctrina Social, sobre la base de su concepción del ser humano, conocida últimamente por la Revelación de Dios, intenta ofrecer respuestas a los desafíos de la situación moderna.

OJOS DEL AMOR Y DE LA MISERICORDIA Las encíclicas sociales de los papas no se quedan en la exigencia de la justicia. Son precisos los ojos del amor y de la misericordia para darse cuenta de las nuevas situaciones de necesidad y de los nuevos desafíos sociales

La justicia y la misericordia La misericordia auténticamente cristiana es también, en cierto sentido, la más perfecta encarnación de la “igualdad” entre los hombres y por consiguiente también la encarnación más perfecta de la justicia. La misericordia es un elemento indispensable para plasmar las relaciones mutuas entre los hombres, en el espíritu del más profundo respeto de lo que es humano y de la recíproca fraternidad.

Civilización del amor El amor misericordioso es también indispensable entre aquellos que están más cercanos: entre los esposos, entre padres e hijos, entre amigos; es también indispensable en la educación y en la pastoral.  El siervo de Dios Pablo VI indicó en más de una ocasión la “civilización del amor”  como fin al que deben tender todos los esfuerzos en campo social y cultural, lo mismo que económico y político.

El misterio de la misericordia La Iglesia debe considerar como uno de sus deberes principales el de proclamar e introducir en la vida de los creyentes y en todos los hombres el misterio de la misericordia, revelado en sumo grado en Cristo Jesús. La misericordia tiene la fuerza de conferir a la justicia un contenido nuevo que se expresa de la manera más sencilla y plena en el perdón.

La caridad en la verdad La caridad es la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia. Todos los compromisos señalados por esta doctrina provienen de la caridad que, según la enseñanza de Jesús, es la síntesis de toda la Ley (cf. Mt 22,36-40). El himno a la caridad (cf. 1 Co 13) debe ser la Carta Magna de todo el servicio eclesial. El compromiso personal en las necesidades y sufrimientos del otro se convierte así en un darme a mí mismo; he de ser parte del don como persona.

La opción preferencial por los pobres Si no está debidamente explicitada la dimensión social de la evangelización, se corre el riesgo de desfigurar el sentido auténtico e integral que tiene la misión evangelizadora… Para la Iglesia la opción por los pobres es una categoría teológica. La Iglesia hizo una opción por los pobres entendida como una “forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana.

La opción preferencial por los pobres Esta opción -enseñaba Benedicto XVI- “está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza”. Por eso quiero una Iglesia pobre para los pobres (Papa Francisco).

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