LA EUCARISTÍA Segunda Parte Por favor no toques el ratón
Con el pan y el vino, la humanidad se hace presente y se ofrece con ellos a Dios Para alabarlo, bendecirlo y expresarle su gratitud. El Ofertorio
La comunidad proclama, que recibirá de Dios esos alimentos, transformados por la fuerza del Espíritu, en el cuerpo y la sangre de Cristo.
Prefacio-Sanctus Santo, Santo, el Señor del universo: El sacerdote invita al pueblo a levantar el corazón hacia Dios.
Prefacio-Sanctus Santo, Santo, el Señor del universo: El pueblo peregrino se une a los coros celestiales, para cantar la santidad de Dios.
El espíritu de Dios actúa a través del sacerdote. Transformando el pan y el vino en el cuerpo y sangre de Jesucristo. Invocación al Padre
«Tomad y comed» Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. La consagración
«Haced esto en memoria mía» “Celebrar” Es recordar, que nos salvó del pecado y de la muerte
«Haced esto en memoria mía» Que nos amó hasta el extremo “Celebrar”
Para ofrecernos a nosotros mismos. Sólo el Espíritu puede transformar a los congregados Ofrenda
La plegaria por los difuntos es el signo de una solidaridad más allá de la muerte. Intercesión por los vivos y difuntos
Pasado, presente y futuro se aúnan en Cristo. La plegaria por los difuntos es el signo de una solidaridad más allá de la muerte. Intercesión por los vivos y difuntos
Cristo es la cabeza de la Iglesia y ésta no puede orar más que por él, con él y en él Glorificar al Padre por Cristo en el Espíritu La glorificación de la Trinidad
El “Amen” del pueblo es una verdadera aclamación No es una respuesta
Para participar dignamente del cuerpo y sangre de Cristo es preciso vivir reconciliado con Dios y los hermanos El Padrenuestro y el signo de la paz
La Iglesia es comunión Todos participamos de un solo pan La Comunión
La bendición aquí, es propiamente acción de Dios. Nos bendice de nuevo para que seamos fecundos en la historia. Bendición y despedida
Eucaristía comporta, para los que participan en ella, el compromiso de transformar su vida
“No hay ningún sacramento más saludable que la Eucaristía, pues por él se borran los pecados, se aumentan las virtudes y se nutre el alma con la abundancia de todos los dones espirituales” Sto. Tomás de Aquino
TEXTOS: Basados en la hoja parroquial de SAN LEÓN MAGNO (Madrid)