Ciclo B 25 de octubre de 2015 Música: Sinagoga Hebrea Domingo XXX del Tiempo Ordinario Domingo XXX del Tiempo Ordinario Murallas de Jerusalén

El «Libro de la Consolación» de Jeremías (Jr 30-31) fue escrito en la época del rey Sedecías, animándole a rendirse al ejército del rey de Babilonia, así el pueblo «ciego» vería la LUZ. Todo el mundo sabe que las palabras de Jeremías no fueron escuchadas, y precisamente el rey Sedecías acabó ciego a causa de su infidelidad. Estos oráculos de consuelo se cumplirán con Jesús. (Las imágenes están relacionadas con la Jerusalén de Sedecías) En 1er término: Tumbas de Jerusalén

LOS CIEGOS VEN 1ª lectura: La profecía de Jeremías, que no se cumplió en el A.T. se cumple en el milagro del evangelio de hoy, donde un ciego marginado, es curado por Jesús. Salmo 125: Nos habla de la verdadera RENOVACIÓN de la vida de los fieles. 2ª Lectura: La carta a los Hebreos sigue con el tema del sacerdocio que Dios dio a Jesús. Y el evangelio de hoy es un ejemplo comprensible de ello. Evangelio: El fragmento de Marcos muestra la evidencia que la curación del ciego es el resultado de su FE. El Don de Jesús fue el haberla provocado con su misericordia.

Jr 31,7-9 Pues así dice Yahveh: Dad hurras por Jacob con alegría, y gritos por la capital de las naciones; hacedlo oír, alabad y decid: > Mirad que yo los traigo del país del norte, y los recojo de los confines de la tierra. Entre ellos, el ciego y el cojo, la preñada y la parida a una. Gran asamblea vuelve acá. Con lloro vienen y con súplicas los devuelvo, los llevo a arroyos de agua por camino llano, en que no tropiecen. Porque yo soy para Israel un padre, y Efraín es mi primogénito. Murallas reales de Jerusalén Jeremías predice el «consuelo» de los que volverán, después de haber sufrido el destierro

El salmo 125 es el último del 1er grupo de 7 salmos graduales ( ) que hacen evidente el progreso en la renovación del pueblo, durante la peregrinación a Jerusalén. ¡Es MAGNÍFICO lo que el Señor hace con ellos! - La renovación es un sueño, para el pueblo ciego, y tantas veces oprimido. -No solo lo reconocen ellos, sino todos los demás pueblos. -Ahora, como si fuese la hora de la siega en un año de buena cosecha, están contentos. -Realmente al principio lloraban, pero ahora cantan de alegría.

Salmo 125 El Señor ha sido grande con nosotros, y estamos alegres. Cuando el Señor cambió la suerte de Sion, nos parecía soñar; La boca se nos llena de risa, la lengua de cantares. Las mismas murallas, con las almenas iluminadas

Hasta los gentiles decían: > > El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. El Señor ha sido grande con nosotros, y estamos alegres. Palacio real de Jerusalén

El Señor ha sido grande con nosotros, y estamos alegres. Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes de Negueb. Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares. Entrada de la gruta per donde Sedecías intentó escaparse

El Señor ha sido grande con nosotros, y estamos alegres. Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas. Interior de la gruta

He 5,1-6 Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y está puesto en favor de los hombres en lo que refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados; y puede sentir compasión hacia los ignorantes y extraviados, por estar también él envuelto en flaqueza. Y a causa de esa misma flaqueza debe ofrecer por os pecados propios igual que por los del pueblo. Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aarón. De igual modo, tampoco Cristo se apropió la gloria del Sumo Sacerdocio, sino que la tuvo de quien le dijo: Hijo mío eres tú; Yo te he engendrado hoy. Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza de Melqisedec. Melquisedec

Cristo Jesús nuestro Salvador ha destruido el poder de la muerte y, por medio del evangelio, ha sacado a la luz la vida inmortal. 2Tm 1,10b

Llegan a Jericó. Y cuando salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: > Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: > Jesús se detuvo y dijo: > Llaman al ciego, diciéndole: > Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús. Jesús dirigiéndose a él, le dijo: > El ciego le dijo: > Jesús le dijo: > Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino. Mc 10, Jericó

“Aún estaba yo en el vientre de mi madre y ya me apoyaba en ti. ¡Tú me hiciste nacer! ¡Siempre te alabaré! “ Salmo 70,6

Original: Joan Ramirez (+) Imágenes, lecturas, música, comentarios (versión catalana y castellana) : Regina Goberna, en colaboración con Àngel Casas Traducción al inglés : Vivian Townsend Traducción al italiano: Ramon Julià Traducción al euskera: Periko Alkain Traducción al portugués: Ze Manel Marquespereira Traducción al francés: Àngel Casas Traducción al neerlandés : Ben Van Vossel Vídeo: Esther Lozano