Domingo XXV del Tiempo Ordinario 20 de Septiembre de 2015
El seguimiento de Jesús es lo esencial del cristiano.
Pero ¿en qué consiste el seguimiento de Jesús?.
Se le puede imitar sólo como quien calca o actúa.
Pero con el corazón y la mente soñando en otras cosas.
“Seguir al Señor” es involucrarse y comprometerse con Él.
Todos venimos a este mundo con una misión que cumplir
Crear un orden nuevo con los valores del evangelio, a ser “los últimos…”.
Jesús cuando llama a un niño, lo abraza y lo propone como referente suyo. ¿¡Dónde está el niño que fuimos!?