Soy el pan que ha bajado del cielo
Dice Jesús a sus discípulos. Pero algunos decían: es hijo de José, conocemos a sus padres.
Solo el Hijo, que bajó del cielo, conoce al Padre.
Solo los llamados por el Padre conocen al Hijo.
“Yo les aseguro: el que cree en mí, tiene vida eterna”.
Nuestra vida puede sentirse como un “sube y baja”.
En la vida nos vamos balanceando en combinación de actividades del vivir humano. Y así nos podemos empujar a un progreso humano, o podemos aventarnos hacia una condición no buena o no grata.
Pero si Cristo viene por el mismo camino de nuestra vida …. !Qué impulso ascendente!.
Pero quién come su carne y bebe su sangre tiene vida eterna. Porque al entrar en él Cristo, entra la Vida. Esa Vida lo empuja a las alturas infinitas de Dios.