«Nuestros Valores»
Introducción «¿Para qué sirve vivir bien?, si no es posible vivir siempre». San Agustín «Os he escrito estas cosas a quienes creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis cuenta de que tenéis Vida eterna». (1 Jn 5,13) «Todo el que vive y cree en Mí no morirá jamás». (Jn 11,26) «Comamos, bebamos, mañana moriremos». (1 Co 15,32)
«¿Qué debo hacer para tener la vida eterna?» (Lc 18,18). La eternidad se vuelve la gran tarea de la vida, la razón por la que uno debe comprometerse día y noche. Al fin y al cabo tendremos una recompensa y valdrán entonces la pena todos esos sacrificios que tuviéramos que hacer para lograrlo, pues los valores implican eso: esfuerzo y sacrificio.
¿Qué son los Valores? Son cualidades inmateriales que jerarquizan a cuanto existe, tanto en el mundo material como en el inmaterial. Los valores no son cosas en sí, sino que califican o cualifican a las cosas, las jerarquizan dándoles mayor o menor estima por parte del hombre. Pero ¡cuidado!, los valores trascendentes y espirituales no dependen del grado de estima que el hombre les atribuya porque valen en sí mismos. Ejemplo: “La traición del amigo no altera el valor de la Amistad”.
El Valor de los Valores Saber distinguir las cosas que tienen un valor en sí y las que tienen un valor en función a otras. Los valores no tienen tamaño ni color, ni característica material alguna que permita captarlos con los sentidos del cuerpo, sólo pueden ser percibidos por los sentidos del alma; por lo tanto, siendo indefinibles en forma perfecta, son más objeto de la voluntad que de la inteligencia.
Sentidos del Alma Las capacidades o facultades del alma son: El entendimiento nos permite captar la existencia de valores. El razonamiento nos permite jerarquizarlos y “valorarlos” en su justa medida. La voluntad nos permite estimarlos, decidir su búsqueda y consecución y actuar en consecuencia. Inteligencia Entendimiento, que capta intuitivamente la realidad. La razón, que descubre (discurre) por demostración la verdad Voluntad Para apetecer, desear y alcanzar a través de: la sensibilidad, la libre elección y la libre acción.
Pedagogía de los Valores Conocimiento razonado Conocimiento aprendido Para “enseñar” valores es indispensable el sentimiento, la voluntad y la vivencia y, cuando menos, cuatro niveles indispensables: Conocimiento vivido Conocimiento razonado Conocimiento aprendido Conocimiento sentido
Enseñar con el ejemplo Si nos preocupáramos menos por el mundo que hemos de heredar a nuestros hijos y nos preocupáramos más por los hijos que vamos a heredar al mundo, las dudas se disiparían, las cosas cambiarían. Deberíamos estar convencidos y decir: “El siglo XXI va a ser mejor que el siglo XX porque va a estar allí tú, hijo, para hacerlo mejor”. P. Alejandro García D.
Orden lógico y jerárquico de los valores No todos los VALORES “valen” lo mismo. Son superiores los que valen en sí en función de otro fin, en cuanto a medios. Si un valor menor se exagera o absolutiza, puede convertirse en ANTI- VALOR.
Orden lógico y jerárquico de los valores RELIGIÓN Bien Supremo Actuar MORAL: bien en sí. Decidir CIENCIA: verdad y bien útil. Pensar ARTE: bien deleitable. Sentir TÉCNICA: bien en cuanto a medio. Poder
Jerarquía según el tipo de bien Podemos considerar en cuanto a la jerarquización y estima de los valores un orden según el tipo de bien a que corresponde: 1 Trascendentes 2 Sociales 5 Vitales o Materiales 3 Familiares 4 Personales
Conclusión Los Valores sólo hay que captarlos, sentirlos, encarnarlos, estimarlos, motivarnos con ellos, enamorarnos de ellos, vivirlos, para poder contagiarlos, más que transmitirlos a nuestros hijos. Esta es una PRECIOSA Y TRASCENDENTE RESPONSABILIDAD de los padres, que de no ser afrontada, dificultará mucho el camino de ascenso de nuestros hijos hacia la verdadera plenitud y felicidad trascendente.