Estás en el corazón de todo lo creado proclamando tu mensaje de vida...
en las cosas que duermen y en las que despiertan... en las cosas que duermen y en las que despiertan...
en todos los seres que cantan, silban, gimen, acarician o susurran...
en los seres cuando hablan y en su silencio que nos sobresalta...
en las lágrimas de los que sufren, en el diálogo de los que aman, en la risa de quienes viven y en el grito de quienes no tienen palabra. en las lágrimas de los que sufren, en el diálogo de los que aman, en la risa de quienes viven y en el grito de quienes no tienen palabra.
Estás en todas partes y a cualquier hora.
Hablas en el susurro callado de la historia más cotidiana. Hablas en el susurro callado de la historia más cotidiana.
Estás hablando siempre, sobre todo cuando yo callo, y miro, y observo, y contemplo... Estás hablando siempre, sobre todo cuando yo callo, y miro, y observo, y contemplo...
Tú, Espíritu, lo llenas todo y yo sólo veo apariencias, cuando no obstáculos.
Haznos sensibles a tu voz,...
a tus susurros y a tus gemidos,...
a tu risa y tu clamor;...
a tus llamadas desde nuestra pequeñez...
Haznos sensibles a nuestros semejantes, a nuestros hermanos... Haznos sensibles a nuestros semejantes, a nuestros hermanos...
para construir una gran hermandad, una gran familia, la civilización del amor... para construir una gran hermandad, una gran familia, la civilización del amor...
cantando y agradeciendo la unidad en la diversidad... cantando y agradeciendo la unidad en la diversidad...
construyendo con nuestros pequeños gestos de amor la fraternidad universal. construyendo con nuestros pequeños gestos de amor la fraternidad universal.
Que con las ruinas de la vieja esperanza edifiquemos la utopía desde abajo. Que con las ruinas de la vieja esperanza edifiquemos la utopía desde abajo.
Que podamos descubrir Tu Rostro...
Tus manos...
y Tu Palabra...
en cada recodo y curva de nuestro camino... en cada recodo y curva de nuestro camino...
aquí, en nuestra vida cotidiana...
que Tú sostienes...
y recreas cada día. Texto: Florentino Ulibarri Montaje: Marta Reina