Reflexión

A continuación unas palabras de Sri Sathya Sai Baba. La intención de este mensaje es el de divulgar algunos conceptos pocos conocidos en nuestra cultura. Su contenido, cuando es bien utilizado, activan y fortalecen las energías inherentes relacionadas al Discernimiento y la Reflexión, las cuales son las responsables de activar a su vez, la Voz de la Conciencia presente en cada ser humano con el fin de experimentar la Unicidad en todo lo creado. Recuerda, al leer debes sentir que es la Voz de la Conciencia Superior o la Voz del “Universo” la que habla.

“Me pediste ayuda. Querías cambiar algunos aspectos que identificaste como perturbadores para tu crecimiento espiritual.

Tu evaluación era correcta, entonces te ayudé, te puse pruebas... No pasaste ninguna…

Querías resolver tu tendencia a la ira. Para ayudarte te puse en contacto con situaciones que favorecieran la expresión de esas cualidades.

Y allí te fuiste con todo el ímpetu sobre los otros.

¡En total descontrol!

Me pediste ayuda para controlar tu lengua. Te respondí con situaciones que tentaran tu apetito

y también tu hambre de palabras.

Las pronunciaste todas y no hubo manjar ante el cual no sucumbieras.

Te volviste hacia mi y reclamaste: “¡Padre!, ¿cómo pido tu ayuda para crecer, y me encuentro con todas mis inclinaciones negativas vigentes?

Además de todas mis tendencias activas como nunca, las cuales creía resueltas en gran medida.”

Voy a explicarte lo que sucedió: Me pediste ayuda y yo te la brindé...

Eso quiere decir que te puse en la situación de confrontarte con aquellos aspectos que querías borrar de tu existencia. La ira, la irreflexión, la verborrea, la gula…

Puse un deliberado acento en esos puntos para que así tuvieras la ocasión de trabajar sobre ellos.

Coloqué obstáculos y dificultades en tu camino para que pudieras vencerlos.

Pero te enredaste en cada uno de ellos. ¿Sabes por qué? Porque tú, en realidad no esperabas mi ayuda.

Esperabas que yo te liberara, sin más, de esos aspectos que aún no resolviste.

Por supuesto que puedo eliminar, con sólo decidirlo, cualquier tendencia negativa que padezcas.

Mi gracia lo puede todo, pero tú no me pediste eso, tú me pediste ayuda y yo plasmo mi ayuda ofreciendo esa oportunidad de “aprendizaje”,

a partir de la cual puedas ensayar maneras nuevas de respuesta, creciendo entonces a merced de la experiencia.

¿Cómo harías para superar tu ira, si yo no te enfrento a aquello que te enoja?

¿Cómo resolverías tu gula, si no te incitara con lo que más te gusta?

Esas son ocasiones en las que hay que estar alerta, para emplear la serena atención que indica dónde se haya el estímulo que desencadena tu respuesta.

Que te muestra a partir de dónde practicar el desapego, el discernimiento y la conducta opuesta a aquello, hacia lo cual tu tendencia habitual se encamina.

Si el maestro no plantea problemas, el alumno no “aprende”. Yo te ayudo proporcionándote la ocasión de “aprender”, ten muy en cuenta esto. Siempre voy a responder.

Él Señor siempre ayuda, y yo lo hago brindándote la posibilidad de efectuar un trabajo muy serio sobre ti, de modo que:

Equivocándote y volviendo a comenzar, plasmes con tu quehacer esa transformación sin la cual el logro espiritual es imposible.

Acepta el desafío, no escapes de la dificultad, afróntala con desapego y valentía. Jamás te desanimes.

Crecer es un proceso que no acaba y ante cada triunfo debes pensar, ¿qué nueva prueba lo acompaña?

El Amor de Dios pone piedras a tu paso…

Yo quiero que progreses, que te sientas en alianza conmigo y que entonces no temas.

No importa lo erizado de los escollos que te encuentres: el camino es Dios, va hacia Dios y Yo voy siempre contigo” Fotografías de la Web Texto adaptado al lenguaje de la Unicidad - Advaita- Monista- No Dualista por Elizabeth Varga Ramírez