“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”
Hoy emprendo tu camino.
Franqueo la verja del jardín del mundo y me adentro gozoso entre las flores.
Camino junto al arroyo…
…holgazaneo sobre la yerba tierna…
…y me engalano con sutiles mariposas.
Aspiro la suave fragancia de la tierra árida que piso…
…y del aire sutil que me embriaga.
Solitario me sumerjo en las aguas mansas del estanque…
…y vago deleitoso por la abierta cañada del gozo.
Canto a las colinas, al otero, al barranco y las praderas,…
… a la diáfana mañana del estío, y a la tarde eléctrica y tormentosa del otoño.
Canto a las hojas lánguidas y melancólicas del sauce…
…a la piel tenebrosa de la encina…
…al roble, la cizaña y al hinojo.
Canto a la tupida madreselva…
…que silenciosa trepa por mi alma.
Y acaricio con ternura al olivo, a la viña…
…y al sarmiento.
Porque sigo tu camino, y contemplo anhelante el venturoso destino…
…¡que me espera al final de mi camino!
TU CAMINO “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” Hoy emprendo tu camino. Franqueo la verja del jardín del mundo y me adentro gozoso entre las flores. Camino junto al arroyo, holgazaneo sobre la yerba tierna y me engalano con sutiles mariposas. Aspiro la suave fragancia de la tierra árida que piso y del aire sutil que me embriaga. Solitario me sumerjo en las aguas mansas del estanque y vago deleitoso por la abierta cañada del gozo. Y canto a las colinas, al barranco, al otero y las praderas; a la diáfana mañana del estío y a la tarde eléctrica y tormentosa del otoño. Canto a las hojas lánguidas y melancólicas del sauce, a la piel tenebrosa de la encina, al roble, la cizaña y al hinojo.
Canto a la tupida madreselva que sigilosa trepa por mi alma. Y acaricio con ternura al olivo, a la viña y al sarmiento. Porque sigo tu camino y, contemplo anhelante el venturoso destino… ¡que me espera al final de mi camino!