Era una mañana tranquila, todo transcurría con normalidad en la comisaría del centro de Nueva York. Henrik se tomaba un café sentado en el sillón, mientras charlaba con su compañero Tom sobre su reciente ascenso a jefe de policía. Sonó el teléfono. Un hombre con voz temblorosa comenzó a hablar: -Acabamos de encontrar dos cadáveres en el parking de nuestro centro comercial. -De acuerdo, tranquilícese- pidió Henrik, ya que el hombre, al hablar, transmitía cierto miedo – sólo tiene que decirnos dónde se encuentra su centro comercial. -Está a solo tres manzanas de su comisaría.

De inmediato, Henrik y su equipo enviaron dos coches patrulla a dicho parking. Lo primero que hicieron fue identificar a las víctimas y llevarlas al tanatorio municipal. Después, Henrik, Tom y el resto de los agentes se pusieron manos a la obra.

Al rastrear el parking, uno de los policías divisó a una persona que intentaba ocultarse tras una furgoneta. El agente avisó de inmediato a Henrik, y éste le ordenó que saliese de allí. Una vez delante del jefe de policía, el individuo intentó explicarse, pero Henrik, al ver que tenía las manos ensangrentadas, no dudó en cortarle: -Las explicaciones ante el juez, ahora no tiene nada que decir. Le llevaron a la comisaría y le hicieron pasar la noche en una celda de contención.

A la mañana siguiente, le trasladaron a la Audiencia Provincial de Nueva York, donde comenzaron a interrogarle. Aunque el sospechoso asentía cuando le preguntaban si había estado con las víctimas antes de su fallecimiento, negaba rotundamente haber cometido sendos crímenes.

A pesar de ello, el juez decidió, tras escuchar los testimonios de algunos testigos, que aquel individuo cometió ambos asesinatos y, por lo tanto, ingresó en prisión. Todos creían que todo volvería a la normalidad ahora que el asesino estaba entre rejas.

Sin embargo, semanas después, mientras uno de los vigilantes hacía su ronda por el parking, descubrió otro cadáver, escondido en el mismo lugar que los primeros cuerpos … De inmediato, dos policías fueron avisados de lo ocurrido. Éstos, se dirigieron a la cárcel, donde comprobaron que el preso al que habían acusado de cometer los asesinatos seguía allí …

La historia se repetía. Henrik y los suyos reanudaron el caso … Pero eso ya será otra historia …