Al General Emiliano Zapata. Mi General: Con la novedad de que aquí seguimos, Don Emiliano, aquí estamos. Aquí estamos mi General, aquí seguimos. Aquí estamos porque estos gobiernos siguen sin memoria para los indígenas y porque los ricos hacendados, con otros nombres, siguen despojando de su tierra a los campesinos. Como entonces pasó, ahora los gobiernos y todos sus partidos políticos hacen leyes para legitimar el robo de tierras. Como entonces, los que se niegan a aceptar las injusticias son perseguidos, encarcelados, muertos... Prueba de esto mi General son las constantes agresiones, el hostigamiento que sufren las comunidades indígenas Zapatistas allá Chiapas, la represión que sufren adherentes a La Otra Campaña en todo México. El delito por el que nos persigue, de lo que se nos acusa mi General es de no dejarnos, de seguir su ejemplo de lucha y organizarnos para demostrar como ya lo hacen las comunidades indígenas zapatistas allá en Chiapas que es posible otro mundo, un mundo más justo, más libre, más democrático. Un mundo donde quepan muchos mundos. “Y nomás le escribíamos, mi General, para decirle que aquí estamos, aquí seguimos, y aquí seguiremos aunque nos persigan con armas y con mentiras, aunque nos quieran comprar, aunque nos quieran engañar, aunque nos quieran olvidar. Aquí vamos a seguir porque nosotros escuchamos muy adentro y porque hicimos nuestras esas sus palabras de usted que dijeron: "Que sigamos luchando y venzamos a aquellos que hace poco se han encumbrado, que ayudan a los que han quitado tierras a otros, los que para sí hacen muchos dineros con el trabajo de quienes son como nosotros, esos burladores en haciendas, ese es nuestro deber de honra, si nosotros queremos que nos llamen hombres de vida buena y en verdad buenos habitantes del pueblo".” Y lo que son las cosas mi General, estos malos gobiernos que tenemos todavía se están creyendo que pudieron asesinarlo a usted en esa tarde del 10 abril de No saben que usted no se murió, que simplemente usted se hizo nosotros y que así se fue escondiendo y apareciendo en nosotros y en todos los campesinos sin tierra, en todos los indígenas olvidados,… en todos los trabajadores del campo y la ciudad explotados, en todos y todas despreciados y reprimidos por mostrar su diferencia, por no dejarse. Ya ve usted mi General, qué desmemoriados salen estos gobiernos. Olvidan lo más importante, lo que usted y nosotros sabemos bien, Don Emiliano, es decir, que: ¡Zapata vive, que la lucha sigue! ¡Alto al hostigamiento en contra de las comunidades indígenas zapatistas! ¡Alto a la represión en contra de La Otra Campaña! políticos de San Sebastián Bachajón y de todo México ¡LIBERTAD! Infórmate: Al General Emiliano Zapata. Mi General: Con la novedad de que aquí seguimos, Don Emiliano, aquí estamos. Aquí estamos mi General, aquí seguimos. Aquí estamos porque estos gobiernos siguen sin memoria para los indígenas y porque los ricos hacendados, con otros nombres, siguen despojando de su tierra a los campesinos. Como entonces pasó, ahora los gobiernos y todos sus partidos políticos hacen leyes para legitimar el robo de tierras. Como entonces, los que se niegan a aceptar las injusticias son perseguidos, encarcelados, muertos… Prueba de esto mi General son las constantes agresiones, el hostigamiento que sufren las comunidades indígenas Zapatistas allá en Chiapas, la represión que sufren adherentes a La Otra Campaña en todo México. El delito por el que nos persigue, de lo que se nos acusa mi General es de no dejarnos, de seguir su ejemplo de lucha y organizarnos para demostrar como ya lo hacen sus comunidades indígenas zapatistas allá en Chiapas que es posible otro mundo, un mundo más justo, más libre, más democrático. Un mundo donde quepan muchos mundos. “Y nomás le escribíamos, mi General, para decirle que aquí estamos, aquí seguimos, y aquí seguiremos aunque nos persigan con armas y con mentiras, aunque nos quieran comprar, aunque nos quieran engañar, aunque nos quieran olvidar. Aquí vamos a seguir porque nosotros escuchamos muy adentro y porque hicimos nuestras esas sus palabras de usted que dijeron: "Que sigamos luchando y venzamos a aquellos que hace poco se han encumbrado, que ayudan a los que han quitado tierras a otros, los que para sí hacen muchos dineros con el trabajo de quienes son como nosotros, esos burladores en haciendas, ese es nuestro deber de honra, si nosotros queremos que nos llamen hombres de vida buena y en verdad buenos habitantes del pueblo".” Y lo que son las cosas mi General, estos malos gobiernos que tenemos todavía se están creyendo que pudieron asesinarlo a usted en esa tarde del 10 abril de No saben que usted no se murió, que simplemente usted se hizo nosotros y que así se fue escondiendo y apareciendo en nosotros y en todos los campesinos sin tierra, en todos los indígenas olvidados,… en todos los trabajadores del campo y la ciudad explotados, en todos y todas despreciados y reprimidos por mostrar su diferencia, por no dejarse. “Ya ve usted mi General, qué desmemoriados salen estos gobiernos. Olvidan lo más importante, lo que usted y nosotros sabemos bien, Don Emiliano, es decir, que: “ ¡Zapata vive, que la lucha sigue! ¡Alto al hostigamiento en contra de las comunidades indígenas zapatistas! ¡Alto a la represión en contra de La Otra Campaña! políticos de San Sebastián Bachajón y de todo México ¡LIBERTAD! Infórmate: