Mensaje Cinco Verdades Acerca del Pecado Hno. Isaías Rodríguez

Y si lo hubiese, ¿qué tipo de pecado sería? Introducción ¿Se ha preguntado alguna vez si alguien podría cometer un pecado tan tremendo que Dios no pudiera perdonarlo? Y si lo hubiese, ¿qué tipo de pecado sería?

Estoy hablando de David y Betsabé, y de lo que tuvo lugar entre ellos. Hoy vamos a hablar acerca de una historia real que tuvo lugar hace mucho tiempo entre dos personas muy reales. Estoy hablando de David y Betsabé, y de lo que tuvo lugar entre ellos.

Texto 2º de Samuel 11:1-27

El pasaje narra la historia del pecado cometido por David con Betsabé. Idea Exegética El pasaje narra la historia del pecado cometido por David con Betsabé.

Proposición Reconozcamos nuestro pecado y busquemos de inmediato el perdón de Dios.

Dime una cosa, ¿encuentras fácil reconocer tu pecado? Interrogación Dime una cosa, ¿encuentras fácil reconocer tu pecado?

No, mi amigo, el pecado jamás puede ser ocultado. I.- EL PECADO JAMÁS PUEDE SER OCULTADO 1. Antecedentes a la historia. 2. La llegada del momento fatal. 3. Estrategias humanas para tratar de ocultar nuestro pecado. 4. Consecuencias inmediatas del pecado de David. 5. Tu pecado te alcanzará. No, mi amigo, el pecado jamás puede ser ocultado.

II.- EL PECADO SIEMPRE PROVOCA VÍCTIMAS 1. ¿Qué es una “víctima”? 2. ¿Cómo pensamos respecto a las consecuencias del pecado? 3. ¿Hubo víctimas en el asunto entre David y Betsabé? a. ¿Cree usted que Betsabé fue afectada por el pecado? ¿Cómo? b. ¿Y qué decir de Urías, su esposo? c. ¿Cree que Joab fue afectado?

II.- EL PECADO SIEMPRE PROVOCA VÍCTIMAS d. ¿Hubo alguna otra víctima? 1) ¿Qué de los otros soldados que murieron? 2) ¿Qué de las esposas e hijos de esos soldados? 3) ¿Qué de los vecinos que se dieron cuenta de todo esto? 4) ¿Qué del bebé, producto de la unión pecaminosa?

El pecado jamás puede ser ocultado. El pecado siempre provoca víctimas II.- EL PECADO SIEMPRE PROVOCA VÍCTIMAS 4.- Como podemos ver con toda claridad, el pecado siempre produce consecuencias, serias y graves consecuencias, y a veces hay víctimas absolutamente inocentes. El pecado jamás puede ser ocultado. El pecado siempre provoca víctimas La tercera verdad es:

III.- EL PECADO NUNCA PUEDE SER CONSIDERADO COMO INSIGNIFICANTE 1. ¿Qué tan bueno es usted para memorizar frases? Hay una frase que necesitamos grabar firmemente en nuestra mente; “Dios odia el pecado.” ¿Por qué odia Dios el pecado?

III.- EL PECADO NUNCA PUEDE SER CONSIDERADO COMO INSIGNIFICANTE 2. Porque Él es totalmente puro, absolutamente limpio, y cualquier manchita de pecado, cualquier pequeña inconsistencia en Él lo haría ver como impuro. Ilustraciones

3. ¿Sabía usted que Jesús enseñó una clara lección a este respecto? III.- EL PECADO NUNCA PUEDE SER CONSIDERADO COMO INSIGNIFICANTE 3. ¿Sabía usted que Jesús enseñó una clara lección a este respecto? Él dijo “Oísteis que fue dicho: No adulterarás. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:27-28).

IV.- EL PECADO JAMÁS ES OLVIDADO 1. Estoy consciente de que esto que estoy diciendo puede provocar alguna controversia. a. Salmos 103:12 dice “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.” b. Isaías 43:25 dice, “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados”. .”

IV.- EL PECADO JAMÁS ES OLVIDADO c. Miqueas 7:18 dice:, “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad?” La palabra que es traducida como “olvida”, es un verbo que literalmente significa “pasar por alto”, no “olvidar”. d. Jeremías 31:34c, dice: “… porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.”

IV.- EL PECADO JAMÁS ES OLVIDADO 2. Yo al menos sé que no he olvidado mis muchos pecados; aunque quisiera, no puedo. A pesar de haber sido perdonados, ¡no los puedo olvidar! Y lo mismo sucedió con David. ¡Y lo mismo sucede contigo!

IV.- EL PECADO JAMÁS ES OLVIDADO El rey David escribió, tiempo después de su asunto con Betsabé, las siguientes palabras “Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí.” (Salmos 51:3.)

Dios no puede olvidar cosa alguna, es parte de Su perfección; IV.- EL PECADO JAMÁS ES OLVIDADO Dios no puede olvidar cosa alguna, es parte de Su perfección; lo que Dios sí ha hecho con mis pecados es perdonarlos.

V.- EL PECADO SIEMPRE PUEDE SER PERDONADO 1. El último versículo del capítulo que tomamos como base de nuestro mensaje dice, “Mas esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová”.

“Jehová ha remitido tu pecado; no morirás” (2° de Samuel 12:13b). V.- EL PECADO SIEMPRE PUEDE SER PERDONADO 2. Sin embargo, Dios lo perdonó. El profeta Natán le dijo, “Jehová ha remitido tu pecado; no morirás” (2° de Samuel 12:13b).

V.- EL PECADO SIEMPRE PUEDE SER PERDONADO 3. ¿Cree usted que el pecado molesta a Dios? Claro que le molesta. Y debido a ello, Él decidió hacer algo al respecto.

V.- EL PECADO SIEMPRE PUEDE SER PERDONADO Dios envió a Su Hijo a fin de que Él recibiera el castigo que nos tocaba recibir a nosotros. Jesucristo murió, para que tú y yo no tuviéramos que morir eternamente por causa de nuestro pecado. A eso se debió la historia del Calvario y de la Cruz. Cristo Jesús murió en nuestro lugar.

V.- EL PECADO SIEMPRE PUEDE SER PERDONADO Hay sólo un detalle que es vital, tú tienes que aceptar el hecho de que Cristo murió por tu pecado. Y eso lo haces reconociendo que eres pecador, que merecías el justo castigo, pero que dado que Cristo Jesús tomó tu lugar, el castigo que Él recibió ha obrado a tu favor.

V.- EL PECADO SIEMPRE PUEDE SER PERDONADO Si tú aceptas Su sacrificio, el pago del castigo por tu pecado, tú ya no tendrás que hacer nada más, excepto disfrutar tu perdón.

Conclusión Amigo, Dios te ofrece Su perdón aquí y ahora. Tu pecado ya ha quedado saldado, Cristo Jesús pagó el precio por tu salvación en la Cruz del Calvario. Pero tú tienes que tomar una decisión.

Conclusión Si aceptas el perdón que se te ofrece, nadie podrá acusarte de cosa alguna, nadie podrá castigarte ya por tu pecado; pero si lo rechazas, ese perdón será absolutamente sin valor alguno, y tú tendrás que enfrentar a Dios en el Juicio del Gran Trono Blanco.

Conclusión El rey David reconoció su pecado y buscó el perdón de Dios. Él escribió un poema que la Biblia conserva como el Salmo 51, que comienza diciendo:

Y tú, ¿qué dices? Vendrás al Señor, buscando Su perdón? Conclusión “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades, borra mis rebeliones. Lávame más y más de m i maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:1-2). Y tú, ¿qué dices? Vendrás al Señor, buscando Su perdón?

Invitación

Oración Final