Evangelio según San Lucas

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (9, 18-24) Gloria a ti, Señor.

Duodécimo domingo del Tiempo Ordinario Día del Señor Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

Mis ovejas escuchan mi voz, y Yo las conozco, y ellas me siguen. Aleluya, aleluya. Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor, y Yo las conozco, y ellas me siguen. Aleluya.

«Según el parecer de la gente ¿quién soy yo?» 18. Un día Jesús se había apartado un poco para orar, pero sus discípulos estaban con él. Entonces les preguntó: «Según el parecer de la gente ¿quién soy yo?»

«Unos dicen que eres Juan Bautista, 19. Ellos contestaron: «Unos dicen que eres Juan Bautista, otros que Elías, y otros que eres alguno de los profetas antiguos que ha resucitado.»

20. Entonces les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Pedro respondió: «Tú eres el Cristo de Dios.»

Lo condenarán a muerte, pero tres días después resucitará.» 21. Jesús les hizo esta advertencia: «No se lo digan a nadie». 22. Y les decía: «El Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado por las autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la Ley. Lo condenarán a muerte, pero tres días después resucitará.»

23. También Jesús decía a toda la gente: «Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz de cada día y que me siga.

24. Les digo: el que quiera salvarse a sí mismo se perderá, y el que pierda su vida por causa mía, se salvará.

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Meditando en el Santo Evangelio que acabamos de leer, Frase de Padre Jaimito Meditando en el Santo Evangelio que acabamos de leer, Oremos el Salmo 62:

Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío. Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. 

Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida,  te alabarán mis labios.

Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío. Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré como de enjundia y de manteca,y mis labios te alabarán jubilosos. Porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene.

Si deseas recibir mails, relacionados con la Iglesia: que contienen diapositivas, vida de Santos, Evangelio del Domingo, etc. Escribe a: unidosenelamorajesus@gmail.com con el título suscripciones. Servicio gratuito. Que Dios te llene de bendiciones. Y que permanezcamos unidos en el amor de Jesús. Frase de Padre Jaimito