Texto: Florentino Ulibarri. Presentación: M.Asun Gutiérrez. Música: Adeste fideles.
Que vuestros anhelos y proyectos tomen forma y se hagan realidad en todos los caminos y puntos de encuentro que recorráis siguiendo su estrella.
Que las palabras de todos los seres vivos reposen serenamente, como rocío mañanero, en vuestras cálidas y acogedoras entrañas, y germinen, florezcan y den un fruto verdadero.
Que el diálogo sea herramienta de fraternidad que os clarifique, serene y traiga la sabiduría; que sepáis escuchar a sabios e ignorantes, para no caer en las redes de los nuevos Herodes.
Que disfrutéis de la sinfonía de la creación entera, de la música de las plantas y de toda la naturaleza, del canto de las aves, insectos y demás animales, y de la furia y el murmullo del mar y del viento.
Que gustéis el clamor de los que no tienen voz, el silencio de quienes aprenden a no hablar, la paz de quienes luchan por la justicia y hermandad y la grandeza de las cosas gratuitas y pequeñas.
Que la palabra de Dios irrumpa en vuestra vida como buena noticia, alegre y gratuita, para que podáis escuchar, ver, percibir, oler y gustar todo lo bueno que os rodea.
Y que el Dios que se ha manifestado como Palabra, Voz, Silencio y Mensaje, Prosa y Poesía, Canto, Música y Entrega, os proteja y cuide hoy, y cada día.
Que vuestros anhelos y proyectos tomen forma y se hagan realidad en todos los caminos y puntos de encuentro que recorráis siguiendo su estrella. Que las palabras de todos los seres vivos reposen serenamente, como rocío mañanero, en vuestras cálidas y acogedoras entrañas, y germinen, florezcan y den un fruto verdadero. Que el diálogo sea herramienta de fraternidad que os clarifique, serene y traiga la sabiduría; que sepáis escuchar a sabios e ignorantes, para no caer en las redes de los nuevos Herodes. Que disfrutéis de la sinfonía de la creación entera, de la música de las plantas y de toda la naturaleza, del canto de las aves, insectos y demás animales, y de la furia y el murmullo del mar y del viento.
Que gustéis el clamor de los que no tienen voz, el silencio de quienes aprenden a no hablar, la paz de quienes luchan por la justicia y hermandad y la grandeza de las cosas gratuitas y pequeñas. Que la palabra de Dios irrumpa en vuestra vida como buena noticia, alegre y gratuita, para que podáis escuchar, ver, percibir, oler y gustar todo lo bueno que os rodea. Y que el Dios que se ha manifestado como Palabra, Voz, Silencio y Mensaje, Prosa y Poesía, Canto, Música y Entrega, os proteja y cuide hoy, y cada día. Florentino Ulibarri