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QUINTO MISTERIO GOZOSO El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo (Lucas 2, 48) PROMESA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA: 5.- El alma que se encomiende a Mí en el Rosario, no perderá su alma.
¿NO SABÉIS QUIÉN SOY?
Por la blanca senda que va a Jerusalén se ven las siluetas regresar hacia Nazaret. PROMESA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA: 5.- El alma que se encomiende a Mí en el Rosario, no perderá su alma.
Blanca va María, y es su cansado andar, que detiene el rumbo de José sufriendo al preguntar:
¿Dónde está el niño? ¿A dónde ha ido el pequeño Jesús? Y en la angustia volvieron los pasos atrás, para ver por primera vez al Hijo brillar.
¿Por qué buscar con desesperación? ¿Por qué sentir el oscuro temor? ¿No veis el fuego que está en mi Corazón? ¿No sabéis quién soy?
¿Por qué llorar si Yo estoy junto a ti? ¿Por qué sufrir sin motivo ni fin? ¿No veis que debo ocuparme de mostrar la luz de vivir para amar?
¿Cómo no adorarlo? ¿Cómo no alabar? A ese Hijo de su Corazón, Rey de la humildad.
Ella abrió los ojos, guardó el fuego en su corazón. Y ese camino a casa se transformó en el principio del caminar de Buen Pastor.
CRÉDITOS: Música: Misión País. Chile te canta, María. Imágenes: extraídas de: iones/ROSARIO/index.html iones/ROSARIO/index.html Entra a la liga, para escuchar el Rosario narrado por María. Verdaderamente vale la pena.