Las langostas son unisexuales, como la mayoría de los crustáceos superiores. Los machos se distinguen porque todas las patas torácicas terminan en uña; por contra, en las hembras el último par de patas tiene el final bifurcado. Las hembras tienen la cabeza más estrecha y la cola más ancha. El orificio sexual de los machos se encuentra en la base del quinto par de patas torácicas, mientras que en la hembra los oviductos salen al exterior muy cerca de la base del tercer par de patas torácicas.
Se emparejan de septiembre a enero o febrero, según sea la temperatura de las aguas. El macho deposita los espermatozoides envueltos en una masa gelatinosa, dejándolos junto a la salida del oviducto de la hembra para que los huevos sean fecundados al salir. Las hembras ponen de 15 a 100 mil huevos, pudiendo superar esas cantidades las hembras de gran tamaño. Los huevos ya fecundados son llevados durante unos seis meses por la hembra entre sus patas abdominales. En la primavera nacen unas larvas transparentes, hialinas, con largos apéndices y cuerpo comprimido, que miden unos 3 mm.
NO IMPORTA EL SEXO DE LA LANGOSTA YA QUE SON ANIMALES UNISENXUALES QUE SE PUEDEN REPRODUCCIR