“Son asociaciones de seglares, cuyos miembros, para tender a la perfección de la vida cristiana y ejercer, plenamente, el apostolado, practican los consejos evangélicos permaneciendo en su ambiente familiar y social”.

Los consagrados seculares se proponen ordenar los valores terrenales según el plan de Dios. Viven su consagración a Dios por los votos de pobreza, castidad y obediencia, sin señales externas; como laicos. Un poco como María de Nazaret; toda de Dios, pero viviendo la lucha de cada día. Es consagrada a Dios, pero exteriormente es como todas las mujeres de su tiempo. Los consagrados seculares se proponen ordenar los valores terrenales según el plan de Dios. Viven su consagración a Dios por los votos de pobreza, castidad y obediencia, sin señales externas; como laicos. Un poco como María de Nazaret; toda de Dios, pero viviendo la lucha de cada día. Es consagrada a Dios, pero exteriormente es como todas las mujeres de su tiempo.

Los Institutos Seculares no son una alternativa “moderna” a la vida religiosa tradicional, ni una vida religiosa en “tono” menor. Su característica es vivir los mismos valores fundamentales de la vida religiosa con formas externas diferentes. “No son del mundo, pero viven en el mundo” Los Institutos Seculares no son una alternativa “moderna” a la vida religiosa tradicional, ni una vida religiosa en “tono” menor. Su característica es vivir los mismos valores fundamentales de la vida religiosa con formas externas diferentes. “No son del mundo, pero viven en el mundo”

Su POBREZA dice al mundo: que se puede vivir entre los bienes temporales, y se pueden utilizar los medios de la civilización y del progreso, sin hacerse esclavo de ninguno de ellos.

Su CASTIDAD dice al mundo: que podemos amar con el desinterés y la infinitud que brotan del corazón de Dios, y que podemos dedicarnos a todos sin atarnos a ninguno, preocupados principalmente de los más abandonados.

Su OBEDIENCIA dice al mundo: que se puede ser feliz sin encerrarse en una cómoda elección personal, permaneciendo plenamente disponibles a la voluntad de Dios con quien se comprometen.

Son COLABORADORES DE DIOS en todo el inmenso y comprometido panorama del mundo… en las tareas civiles de todo tipo: casa, escuela, hospitales, medios de comunicación, oficinas, obras de asistencia… asumiendo todos los problemas y las esperanzas y poniéndose a disposición de la Iglesia misionera.

Procuran vivir la fe, la esperanza y la caridad evangélicas en medio de los hombres. Permanecen junto a ellos, mezclados con los padres, hermanos, amigos, familiares, la masa anónima de las grandes ciudades. Un poco como Jesucristo, que a los ojos de sus contemporáneos no fue más que el hijo de José, el carpintero de Nazaret, mientras en realidad era el Hijo del Padre.

No manifestando abiertamente su consagración, aparecen y son simplemente cristianos, personas del mundo, cualificados por la capacidad personal, con posibilidad de elegir trabajos y desempeñar las más variadas funciones. ¡Todo ambiente es el suyo!

CONSAGRADOS SECULARES “Forma de consagración nueva y original, sugerida por el Espíritu Santo, para ser vivida en el ámbito de las realidades temporales y para imprimir la fuerza de los Consejos Evangélicos, o sea de los valores divinos y eternos, a los valores humanos y temporales”. CONSAGRADOS SECULARES “Forma de consagración nueva y original, sugerida por el Espíritu Santo, para ser vivida en el ámbito de las realidades temporales y para imprimir la fuerza de los Consejos Evangélicos, o sea de los valores divinos y eternos, a los valores humanos y temporales”. Papa Pablo VI