Filosofía social: II Bimestre 2015 Utilizando las redes sociales para confesarse. Pawel Kuczynski.
(…) uno de los elementos de Facebook que cumple con el principio de constreñimiento, a mi parecer, es que las amistades se vuelven más superficiales. Tenés razón, pues, se les llama «amigos» a personas que, quizá, ni siquiera conocemos. Incluso, la amistad inicia con tan sólo enviar una invitación y puede concluir únicamente al hacer «clic» en eliminar.
También se da una falta de privacidad, pues cualquiera puede entrar a tu muro y publicar lo que quiera, aunque eso sea en contra de vos. ¿Y qué me decís de la falsa imagen? En el facebook todos son felices y guapos, aunque en la realidad no siempre sea así.
¿Y que hay de las personas que pasan horas y horas chateando con muchas personas en el facebook pero personalmente nunca hablan con nadie? Tenés razón. Los vínculos humanos son sustituidos por los vínculos virtuales.
Sí, y es una conversación en la que no mirás a la cara a quien le hablás, no sentís su calor humano. Es más, no sabés si al mismo tiempo que habla contigo está haciendo otra cosa. No es una conversación de calidad.
Pero bueno, Facebook también tiene cosas positivas, es decir, posee elementos que cumplen con el principio de emergencia. Si, por ejemplo, hace posible que la persona amplíe su mundo cultural y social al entrar en contacto con personas de otros lugares.
Permite la relación en la distancia. Yo tengo un amigo en Italia, una hermana en México y un tío en Irlanda, y con todos encuentro un punto de unión en esta red social.
Y aunque vivamos cerca. Con mis cuates yo me comunico muy fácil y rápido. Además, yo soy dueño de mi muro en el que puedo expresar lo que pienso, siento y quiero.
Tenés razón. Pero bueno, a la conclusión que llego es que, citando a Idiáquez (2010), ahora «la distancia ya no es obstáculo para conectarse, pero conectarse ya no es obstáculo para mantener la distancia». Muy bien dicho. Bien, iré a dormir, hablamos otro día. Dale, chat luego.