”No hay sueño mas hermoso, que el de la gran fraternidad humana.
Cuando los seres se encuentren, sean de pueblos, sean de razas, sean de clases diferentes....
Que puedan siempre estrechar sus manos como amigos
Si nuestras manos se encontracen, podremos hacer con ellas, una corriente para transformar al mundo.
Vuestros hijos, no son vuestros hijos, son los hijos de la vida
Los hijos Una mujer del pueblo que sostenía en brazos a su hijo se dirigió al profeta pidiéndole: “Háblanos, Maestro, de nuestros hijos” Y el respondió: “Vuestros hijos no son vuestros hijos. Son los hijos y las hijas de las ansias de la vida que se busca a si misma. Vienen a este mundo a través de vosotros, pero no de vosotros. Y aunque vivan con vosotros, no os pertenecen. Podéis otorgarles vuestro amor, pero no vuestros pensamientos. Porque ellos ya tienen sus propios pensamientos.
Podéis abrigar sus cuerpos, pero no sus almas Podéis abrigar sus cuerpos, pero no sus almas. Sus almas pertenecen al mundo del futuro, que vosotros no visitaréis ni en sueños. Podéis esforzaros en ser como ellos, mas no pretendáis que ellos sean como vosotros. Porque la VIDA no camina hacia atrás no ni se demora en los días pasados. Vosotros sois los arcos a través de los cuales la VIDA lanza a vuestros hijos como flechas. Sed arqueros con la vista fija en el infinito, pulsando la cuerda con todas vuestras fuerzas, para que las flechas vuelen veloces lo más lejos posible. Que la tensión de la mano del Arquero sea vuestra alegría. Porque así como El ama a la flecha que vuela a la distancia, así también ama el arco que permanece vació” Kahlil Gibran (Poeta libanés)