ANDAR EN LA LUZ: RENUNCIAR A LA MUNDANALIDAD Lección 5 para el 1 de agosto de 2009 ANDAR EN LA LUZ: RENUNCIAR A LA MUNDANALIDAD

“Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.” 1 Juan 2:12-14

A la iglesia en general A los padres A los jóvenes Juan presenta seis motivos para escribir su carta: A la iglesia en general Porque vuestros pecados han sido perdonados por su nombre [el nombre de Jesucristo]. Porque habéis conocido al Padre. A los padres Porque conocéis/habéis conocido al que es desde el principio [Jesucristo] A los jóvenes Porque habéis vencido al maligno. Porque sois fuertes. Porque la palabra de Dios permanece en vosotros.

Juan escribe su epístola a los creyentes porque han conocido a Jesús y al Padre, y han obtenido el perdón de los pecados. Gracias a ello, tienen la fortaleza necesaria para vivir una vida victoriosa en Cristo.

“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” 1 Juan 2:15

¿CUÁL ES EL MUNDO AL QUE NO HAY QUE AMAR? La filosofía de la multitud impía, ajena y hostil a Dios. Los asuntos terrenales que nos alejan de Dios.

La frase “No améis al mundo”, se puede traducir: “Dejad de amar” o “No continuéis amando” al mundo. Dejar de amar al mundo lleno de pecado no implica que el cristiano deje de amar al pecador, sino amarlo como Dios le ama y darle a conocer a Jesús.

“Ninguno puede servir a dos señores” Mateo 6:24 Si amamos al mundo no podemos amar a Dios.

Aun si no amamos a Dios, Dios nos sigue amando. “Pero Dios muestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” Romanos 5:8

“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.” 1 Juan 2:16

PROBLEMAS CON EL MUNDO Los deseos de la carne La expresión “deseos de la carne” incluye todo aquello que nos lleva a una complacencia propia que contradice la voluntad de Dios. “Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.” Romanos 7:14-15

PROBLEMAS CON EL MUNDO Los deseos de los ojos La expresión “los deseos de los ojos” se refiere al placer mental pecaminoso que es estimulado por la vista. Muchos que no cometerían un pecado flagrante sienten un vivo deseo de leer en cuanto al pecado, de mirarlo en fotografías o de verlo en una pantalla. “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.” Génesis 3:6

La vanagloria de la vida PROBLEMAS CON EL MUNDO La vanagloria de la vida La expresión “vanagloria de la vida” implica jactancia, ostentación, orgullo… Algunos se enorgullecen indebidamente de su trabajo; otros de sus posesiones, su belleza o sus hijos.

SOLUCIÓN DIVINA “Así dice el Señor: «Que no se gloríe el sabio de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe de conocerme y de comprender que yo soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, con derecho y justicia, pues es lo que a mí me agrada» ─afirma el Señor─” Jeremías 9:23-24, NVI

“Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” 1 Juan 2:17

“¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo?” (Lucas,9:25, NVI) “Y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa” (1 Corintios 7:31) “Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno” (2 Corintios 4:18, NVI)

“El que ama al mundo, ama lo transitorio, lo que está tan identificado con la muerte y el pecado, que irremediablemente perecerá con ellos. Con el paso del mundo y de su pecaminosidad también desaparece el que ama el pecado; pero el que ama al Dios eterno, a su Reino Eterno y a sus permanentes principios de rectitud, permanecerá para siempre” Comentario Bíblico Adventista, tomo 7, sobre 1 Juan 2:17

¿Vale la pena que “ganes” este mundo y pierdas la vida eterna?

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