La mirada del Presa Canario es atenta y expectante, siempre pendiente de lo que pueda ocurrir debido a sus extraordinarias dotes para la guarda y defensa. Su temperamento es muy firme y ladra con gravedad. Aunque nos hayan ofrecido una imagen agresiva de este can, lo cierto es que en familia es muy noble, manso y protector aunque su condición de fiel guardián lo haga desconfiado con los extraños.
Los Presas Canarios varían en estatura dependiendo de su sexo. Los machos rondan una estatura comprendida entre los 61 y los 66 centímetros mientras que las hembras están entre los 57 y 62 centímetros. Su cabeza es braquicéfala con tendencia cuboides y la proporción entre el cráneo y la cara es de seis a cuatro. La cara es de menos longitud que el cráneo y tiene líneas craneoencefálicas rectas o ligeramente convergentes, y una nariz ancha y de color negro intenso. Los ojos del Presa Canario son grandes, negros y ovalados y están situados separados entre sí. Las orejas son de tamaño medio y están ubicadas bien altas. Respecto a las orejas hay que mencionar que pueden o no ser cortadas, si se recortan quedan erectas y de forma triangular. El cuello del Presa Canario es cilíndrico, recto, macizo y muy musculoso, especialmente en la parte superior. Las extremidades anteriores están perfectamente aplomadas y son de huesos anchos y revestidos de musculatura potente y visible, mientras que las extremidades posteriores son potentes, bien aplomadas de frente y de perfil. El pecho es ancho y de costillar muy amplio, con músculos pectorales bien desarrollados. Por último, la cola es de inserción alta y flexible.