Pequeña historia de Carmen Sallés

Una niña de Vic Nace el 9 de Abril de 1848 Es bautizada el 11 con el nombre de Carmen Francisca Rosa Sallés y Barangueras, aunque para su familia será sólo Carmeta Sus padres son José Sallés y Francisca Barangueras

Vive los primeros años en la plaza Santa Clara, en el primer piso, con sus padres y sus hermanos: chico-chica, chico-chica… ¡Y su niñera Petronila!

La niña se parece a José, su papá: es rubia y tiene los ojos azules. Su mamá la confía a la protección de la Virgen del Carmen

Después de unos años en Vic, se trasladan a Manresa.

Carmeta hace de hermana mayor y ayuda a sus hermanos

Los niños, estudian en el Seminario; las niñas, en un colegio de monjas de la Compañía de María. Su mamá quiere que los niños sean sacerdotes y las niñas se casen y les den muchos nietos, ¿Serán esos los planes de Dios?

En su escuela, Carmeta aprende muchas cosas, y también le hablan de la Virgen. Su deseo es hacer la Primera Comunión vestida como Ella: de blanco y azul

Con su familia, hace un viaje a Monserrat. Allí siente que quiere ser de Dios, y se lo confiesa a una de sus hermanas

Desde joven, a todos impresiona su aspecto, “como si caminase en presencia de Dios” Y Dios la ayudó, nos lo cuenta uno de sus hermanos:

“Era un 11 de Noviembre. Estaba en el taller de mi papá, viendo las máquinas porque me fascinaban. Me acerqué tanto, que la correa que unía dos poleas me atrapó y me volteó”

“¡Qué miedo pasé! Todos se pensaban que me mataba. Pero no me hice nada, sólo una magulladura en un brazo”

“Y, entonces, llegó Carmeta angustiada y preguntó qué había pasado. Dijo que estaba rezando en la iglesia y que, de repente, sintió interiormente la necesidad de rezar por mí”

Carmen ya se ha hecho mayor, y se ha enamorado de un joven de buena posición, pero, en su interior, ¡se siente enamorada de Alguien más grande!

Carmen busca la voluntad de Dios y, tras romper su noviazgo y vencer la oposición de sus papás, decide ser Adoratriz

“Me gustaría evitar que se produjeran situaciones como estas. ¿No dicen que es mejor prevenir que curar?”

Con las adoratrices acoge a chicas marginadas a las que la sociedad rechaza, realiza una importante labor, pero sigue dentro con una inquietud:

“Pienso que se puede educar el corazón de las niñas con una buena formación religiosa desde pequeñas y se les puede proporcionar una cultura suficiente que las capacite para ejercer una profesión” Carmen sigue buscando la voluntad de Dios

Abandona las Adoratrices e ingresa con las Hermanas Dominicas, que la encargan de una pequeña escuela para hijos de mujeres que trabajan en las fábricas

Carmen pasa una etapa de su vida muy feliz como Dominica.

Pero su corazón sigue decidido a hacer siempre la voluntad de Dios, y parece ser que tampoco la quiere Dominica.

Carmen deja a las Dominicas con otras cuatro hermanas para fundar la Congregación de las Religiosas Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza el 8 de Diciembre de 1892 en Burgos Comienza una nueva etapa Por primera vez viste el hábito blanco y azul

Le empezaron a llegar chicas que querían ser animosas y alegres como ella, dispuestas a buscar la voluntad de Dios … y la Congregación comenzó a crecer.

Después de abrir muchos colegios en toda España se enfermó. Su corazón inquieto seguía preparando más cosas: quería casa en Brasil y en Italia. Pero sabía que no le quedaba tiempo

“Cuando hay que hacer alguna cosa, siempre aparece Dios. Si no tengo tiempo, hacedlo vosotras”

El 25 de Julio de 1911 se despidió de todas: “Desde el cielo cuidaré de vosotras” Y su promesa se ha cumplido. Desde 1911 la Congregación empezó a extenderse

Y la historia continua: El 15 de marzo de 1998 el Papa Juan Pablo II la beatificó en Roma

¡Felicidades, Carmen Sallés!