BEATO PADRE FAUSTINO MÍGUEZ EL LEGADO DE CALASANZ BEATO PADRE FAUSTINO MÍGUEZ
GALICIA Y MARÍA El padre Faustino Míguez nace en Xamiras,(Orense) el día 24 de marzo de 1831. Es el cuarto hijo de una familia cristiana y trabajadora. Crece en un ambiente de fe donde aprende de la oración, el amor a María, la solidaridad con los más necesitados y la responsabilidad en el trabajo.
VOCACIÓN CALASANCIA Estudia latín y Humanidades en el santuario de nuestra Sra. de los milagros, en Orense. Allí siente la llamada de Dios a ser sacerdote y maestro según el espíritu de S. José de Calasanz. En 1850 ingresa en el noviciado de las escuelas Pías de S. Fernando, en Madrid. “Como escolapio soy del pueblo y para el pueblo, consagrado a su enseñanza debo amenizarla con la práctica y hacerle palpar las ventajas positivas que ella pueden reportar el rico y el pobre, el hombre y el niño”
LA EDUCACIÓN DE LA MUJER Convencido de la importancia de la mujer en la familia y en la sociedad y para "evitar que la inocencia del corazón se pierda entre las tinieblas de la ignorancia", En Sanlúcar de Barrameda los niños son atendidos en el colegio de los padres Escolapios mientras que algunas niñas sólo puedes recibir una mínima formación en las llamadas "escuelas de amigas".
HUELLAS DE DIOS Como José de Calasanz, se deja interpelar por la realidad y se siente la llamada de DIOS a un nuevo servicio. Contando con la aprobación de sus Superiores, funda el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, el 12 de Enero de 1885, con el espíritu y estilo pedagógico de S. José de Calasanz.
EL LEGADO Faustino, como José de Calasanz, entona un canto a la educación: "La obra más noble, la más grande y la más sublime del mundo porque abraza a todo el hombre tal como DIOS lo ha concebido. Es la obra divina, la creación continuada, es la altísima misión de la escuela pía; misión del mayor interés y de la importancia más decisiva así para la dignidad y dicha del individuo y de la familia como de la sociedad entera".