Escuchando: “Señor, Jesús” de T. L. de Victoria, sintamos que Él nos ayuda 19 del AÑO
Cuarta parte del evangelio de Mateo: Cita de reflexión: ”Este pueblo me honra con los labios, pero su CORAZÓN está lejos de Mi” Lago de Galilea Acerquemos nuestro CORAZÓN a Jesús, el Hijo de Dios, que nos ayuda en los temporales
Desde la orilla eterna, Jesús nos acompaña
Mt 14,22-33 Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.
Lugar de la plegaria de Jesús Hablando con el Padre, Jesús se siente Hijo Orando, somos lo mejor de nosotros mismos PIedra de espalda Piedra de frente
Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario.
A menudo nuestra barca pasa dificultades Avancemos, aunque los vientos sean contrarios
De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua.
Jesús anda, como Señor, por encima del mal Él es SERENIDAD en la lucha No clic
Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo en seguida: "¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!"
A veces confundimos a Dios con nuestras fantasías Y no sentimos cerca al Espíritu de Jesús No clic
Pedro le contestó: "Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua." Él le dijo: "Ven." Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: "Señor, sálvame." En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: "¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?"
Para el creyente, mil dudas no son una razón, para el que no cree mil razones sólo son una duda Sin FE, nos hunden las dudas
En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: "Realmente eres Hijo de Dios."
Jesús es nuestra seguridad Los peligros, no nos pueden quitar la PAZ
Señor, sabemos que a pesar de las contradicciones, Tu nos conduces hacia las playas eternas
Monjas de St. Benet de Montserrat