“Ranita y princesa” Miguel-A. Dedicado a Jerry L. (de México).
Un ancianito iba caminando por el parque, cuando escucha una voz que le dice: - Escúchame un momento. ¡Mira acá abajo! Soy una sensual princesa, especialista en los placeres de la carne. Una horrible y envidiosa bruja me ha transformado en una ranita, pero con un beso tuyo seré nuevamente una mujer deseosa de compañía masculina y con hambre de lujuria. ¡Podría hacerte el hombre más feliz sobre la tierra!.
El ancianito miró dubitativo a la ranita... luego se agachó, la tomó con delicadeza con una mano, y se la guardó en el bolsillo. La ranita se asomó desde el bolsillo, y, muy sorprendida por la actitud un tanto pasiva del anciano ante su historia de princesa y promesas sexuales, le dijo: - ¿Pero es que acaso, a pesar de lo que te he dicho, no me vas a besar?.
Y el ancianito contestó: - Mira, ranita, a mi edad me hace más gracia una rana que habla que una princesa maniaca sexual.