En este momento me dispongo en el silencio, en la profundidad de mi corazón y de mi alma, a darte las gracias, Padre del Cielo...

Darte las gracias por mi vida así como ha sido hasta ahora, llena de inumerables Bendiciones, alegrías y satisfacciones.

Gracias Padre por el cálido abrazo del sol en la primera luz del día.

Gracias por el trinar de los pájaros, al que me uno en alabanza Tuya.

Gracias Dios Santísimo por la salud. Por Deleitarme con la dulzura de Tu Amor y Tu Bondad.

Gracias Señor por las personas que amo. Gracias por las personas que no me aman.

Gracias por quienes aun estamos en este mundo. Gracias por quienes ya partieron. Gracias por Unirme a todos en Hermandad.

Gracias por la Voz del Espíritu Santo a través de la Creación y de Tu Sagrada Palabra.

Gracias por Tu Alimento cada día en el Cuerpo Vivo de Tu Hijo, Jesús.

Gracias por Darme como Madre a María. Gracias por Recibirme y Guiarme en la Iglesia.

Gracias también Padre Bueno por Iluminarme y Llenar mis vacíos...

Por Mostrarme mi pobreza de caridad...

Por Dejar que aprenda de mis tropiezos e incertidumbres...

Gracias Señor Santísimo por Acompañarme en mi dolor y padecimientos, por Ayudarme a cargar el sufrimiento.

En ellos Tú Me Has Sostenido Fuerte En ellos Tú Me Has Sostenido Fuerte. Te Has Manifestado con Piedad y Ternura... Me Has Estrechado más cerca de Ti.

Hoy abro mi corazón a Ti, Dios. Abro mi alma a Tu Espíritu Santo.

Entrego mi vida entera a La Esperanza que Eres Tú, Mi Dios que nunca fallas y que siempre Te Glorificas en el débil.

Entrego mi ser a Ti, Que Consuelas al triste, Que Ayudas al necesitado...

Entrego mi ser a Ti, Que Sanas al que tiene el corazón herido, y Libras al que no tiene esperanza.

Ayúdame Señor y Dios Mío. Te abro mi Corazón a La Fe.

Ayúdame Señor y Dios Mío. Te abro mi Corazón a La Esperanza.

Ayúdame Señor y Dios Mío. Te abro mi Corazón al Amor.

Te pido Tomes todo lo que hay en mí.

Sálvame, Libérame, Sáname y Transfórmame Con el Poder de Tu Amor.

Canto y exalto Tu Victoria sobre todo mal que intente impedir mi Plenitud Espiritual, Física y Económica.

Gracias Señor por Tu Gran Misericorida. ¡Bendito Sea Tu Nombre, Dios Trino y Uno!

Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado. Yo sé que siempre me escuchas, pero lo digo por el bien de esta gente que está aquí, para que crean que tú me has enviado.» Evangelio según San Juan. Capítulo 11, Versículos 41 y 42.