Situación sociolaboral de las mujeres inmigrantes Secretar í a para la Igualdad UGT-CANARIAS

Evolución de las mujeres en los procesos migratorios Desde el principio de la humanidad hombres y mujeres se han desplazado, aunque los estudios sobre estos movimientos poblacionales han sido muy escasos. Durante a ñ os se ha tomado al hombre como sujeto de an á lisis, ignorando a las mujeres en las estad í sticas. Hasta los a ñ os 70 existe una total ausencia del papel de las mujeres en la literatura sobre migraciones ni se recoge su presencia en los censos poblacionales. Las mujeres eran consideradas inactivas econ ó micamente.

En los a ñ os cuando los pa í ses del norte de Europa cierran las fronteras, se produce una reorientaci ó n en los movimientos migratorios, se pasa de una emigraci ó n temporal a una emigraci ó n de asentamiento. La presencia de las mujeres inmigrantes no puede ser negada, pero se las considera a ú n dependientes de los hombres migrantes. A partir de los a ñ os 80 pasan de ser sujetos pasivos a actoras de la migraci ó n

Durante los ú ltimos a ñ os, la participaci ó n creciente de las mujeres inmigrantes en las actividades remuneradas, est á estrechamente relacionada con el incremento en la demanda de mano de obra en el sector servicios de los pa í ses desarrollados, en trabajos poco cualificados y mal remunerados.

Situación laboral de las mujeres inmigrantes En la d é cada de los 90 se constata el progresivo aumento de las mujeres en la poblaci ó n activa extranjera. Seg ú n un estudio subvencionado por el Instituto de la Mujer, el 45% de empleo inmigrante es femenino. De las mujeres inmigrantes empleadas en nuestro pa í s, el 59% proviene de Latinoam é rica. Del total de ocupaci ó n femenina en Espa ñ a, la ocupaci ó n de mujeres inmigrantes ha pasado de un 3,4% en el 2001 a el 10,3% en el 2005.

M á s del 45% de las mujeres inmigrantes se encuentran empleadas en el servicio dom é stico y como personal de limpieza de edificios. El 26,8% trabajan en servicios de restauraci ó n y servicios personales. Un 6,2% trabajan como peones. Estas tres ocupaciones engloban al 79,5% de la poblaci ó n ocupada extranjera.

El 20% restante se encuentran distribuidas : -5,6% dependientas de comercio. -4,2% empleadas de tipo administrativo. -2,9% t é cnicas y profesionales de apoyo. -2,4 trabajadoras cualificadas en industrias de artes gr á ficas,textil y confecci ó n.

Los sectores donde se concentra la poblaci ó n inmigrante femenina coincide con aquellas ocupaciones con mayor incidencia en la econom í a sumergida en Espa ñ a. Aunque la poblaci ó n extranjera ocupa por lo general empleos de baja cualificaci ó n, no siempre el nivel de educaci ó n de las mujeres inmigrantes es bajo.

Población ocupada por niveles de estudios

El nivel educativo de las mujeres inmigrantes depende del pa í s de procedencia. Las mujeres con menor nivel formativo son las africanas con un 27% de poblaci ó n con estudios secundarios o superiores. Las mujeres latinoamericanas con un 59,6%. Las mujeres inmigrantes con mayor nivel educativo son las procedentes de Europa del Este.

Población asalariada en el sector público

La tasa de temporalidad de la poblaci ó n extranjera es superior a la de la poblaci ó n espa ñ ola. >61% para las mujeres. >66,3% para los hombres. El 29,9% de las mujeres inmigrantes tienen una jornada laboral a tiempo parcial.

Población parada por áreas de procedencia.

Afiliados extranjeros a la Seguridad Social por sexo y país de procedencia en Canarias Uni ó n EuropeaNo Uni ó n Europea HOMBRES MUJERES TOTAL TOTAL EXTRANJEROS HOMBRES MUJERES TOTAL

extranjeros con tarjeta de residencia en vigor est á n afiliados a la S.S tienen una edad comprendida entre 16 y 64 (poblaci ó n activa). Nos quedan, por tanto, extranjeros y extranjeras de los que no se puede establecer su situaci ó n laboral y econ ó mica, m á s aquellos/as que a ú n estando afiliados a la S.S. carecen de contrato por lo que podr í an estar trabajando en condiciones de empleo irregular.

Un caso especial: el servicio doméstico. La incorporaci ó n de trabajadores regulares al mercado laboral regular ha sido especialmente significativa en un sector de actividad: el servicio dom é stico. Es la ú nica ocupaci ó n donde los trabajadores no comunitarios, principalmente mujeres, superan ampliamente a los trabajadores aut ó ctonos. M á s del 33,42% de las autorizaciones y altas en S.S. en el proceso lo han sido para el servicio dom é stico.

A diferencia de lo que ocurre con otras actividades, la actuaci ó n de la Inspecci ó n de Trabajo y Seguridad Social en materia de servicio dom é stico, est á restringida. En consecuencia, en el caso del servicio dom é stico tiene poca efectividad el elemento disuasorio. Existe una escasa reprobaci ó n social, del trabajo dom é stico prestado y empleado de manera irregular.

El servicio dom é stico ha ido superando el objeto de la relaci ó n laboral recogido en la normativa que le es de aplicaci ó n. Los cambios sociales han a ñ adido a las tareas propiamente dom é sticas, el cuidado de personas en situaci ó n de dependencia.

La regulaci ó n laboral y de protecci ó n social del servicio dom é stico prev é un r é gimen de derechos laborales y de seguridad social distinto e inferior a del conjunto de trabajadores: 1.Carecen de cobertura en materia de desempleo. 2.En determinados supuestos cotiza el trabajador o trabajadora. 3.No es necesario el contrato de empleo escrito. 4.Es el ú nico trabajo donde el empleador/a puede dar por finalizada la relaci ó n laboral unilateralmente.

5.La jornada laboral puede prolongarse con los llamados tiempos de presencia sin que é stos computen como jornada laboral, ni vayan acompa ñ ados por un incremento en la retribuci ó n. La prevista integraci ó n del R é gimen Especial del Hogar en el R é gimen General ha de ir acompa ñ ada de las modificaciones necesarias en la relaci ó n laboral, de tal manera que los derechos de estos trabajadores y trabajadoras se equiparen a los del resto.

Situaciones de irregularidad Durante los ú ltimos a ñ os se ha producido un aumento de las migraciones protagonizadas por mujeres. Al no poder entrar por los cauces regulares a nuestro pa í s, recurren a las redes ilegales y acaban obligadas a prostituirse. Ante el temor a ser denunciadas por quienes las explotan y por la ausencia de expectativas para regularizar su situaci ó n quedan mermadas las posibilidades de actuaci ó n. En el caso de Espa ñ a en el que la prostituci ó n no est á regularizada, es probable que las mujeres inmigrantes que ejercen esta actividad sean sancionadas de forma m á s en é rgica que sus explotadores.

La postura de UGT La situaci ó n de las mujeres inmigrantes en nuestro pa í s no se puede desvincular su condici ó n de mujer trabajadora, con las consecuencias que el g é nero supone en el proceso de inserci ó n laboral. Si bien es cierto que la mujer inmigrante est á condicionada por las exigencias de la normativa de extranjer í a, comparte con la mujer espa ñ ola otra serie de problemas derivados de su condici ó n de mujer o de la situaci ó n de los sectores de actividad en los que se integra.

En el caso del servicio dom é stico, las mujeres inmigrantes al igual que las espa ñ olas se ven afectadas por una regulaci ó n insuficiente y diferente a la normativa general establecida en el E.T. Las consecuencias son m á s negativas para las primeras, pero el verdadero problema reside en la regulaci ó n y la percepci ó n social de esta actividad.

La inserci ó n laboral es el primer paso y condici ó n de la integraci ó n de las personas inmigrantes en Espa ñ a, pero las caracter í sticas del trabajo influyen en la integraci ó n posterior. La inserci ó n en sectores caracterizados por la temporalidad, bajos salarios, altos porcentajes de econom í a sumergida,van a dificultar el proceso de integraci ó n e incrementar á el riesgo de exclusi ó n social.

Para los colectivos de espa ñ oles y espa ñ olas m á s desfavorecidos es muy dif í cil salir de una situaci ó n de exclusi ó n, para las personas inmigrantes lo es a ú n m á s si cabe por los obst á culos que suponen: -La carencia de apoyos familiares. -En muchos casos el desconocimiento del idioma. -La situaci ó n administrativa irregular. -El rechazo.

La inserci ó n laboral no es el ú nico pilar de la integraci ó n social, lo es tambi é n la promoci ó n y la formaci ó n en igualdad de condiciones que el resto de trabajadores y trabajadoras. El resto de la sociedad debe adaptarse al fen ó meno migratorio como algo natural y necesario.