Esta celebración nos hace comprender mejor la Nueva Alianza y el significado del Sacrificio de Cristo. Las tres lecturas presentan la EUCARISTÍA como el Sacramento de la Nueva Alianza. La antigua Alianza con Dios da lugar a la Nueva Alianza en Cristo, de la cual participamos en la Eucaristía. CORPUS CHRISTI, fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, la fiesta popular de la Eucaristía.

Es una premisa para entender el sentido de la Eucaristía. (Ex 24,3-8) Los antiguos sellaban un contrato de alianza con la sangre de las víctimas ofrecidas. Moisés recuerda las palabras y la Ley de Dios y el pueblo se comprometió a ponerlas en práctica. Luego Moisés rocía al pueblo con la sangre de las víctimas el altar y al Pueblo. La 1ª Lectura Describe el rito de la ANTIGUA ALIANZA:

La sangre, que es vida, indica que la alianza es vital. Derramando sobre el Altar y el pueblo, indica que entre el pueblo y Dios hay comunión: en la fidelidad a la alianza, el pueblo vive de la vida de Dios. Esa Alianza se rompió y se restauró innumerables veces. Por eso, Dios promete, por boca de los profetas, una NUEVA ALIANZA, que será cumplida con fidelidad.

La 2ª Lectura nos habla de la NUEVA ALIANZA. (Hb 9,11-15) La Sangre derramada de Cristo sella una Alianza Nueva y definitiva entre Dios y la humanidad. Esta no necesitará más la sangre de los animales sacrificados. Será un sacrificio definitivo, que no se repetirá, solo se actualizará continuamente en la Eucaristía.

El Evangelio presenta las características esenciales del Sacrificio de Cristo. Cristo, ofreciéndose para la inmolación, obra la liberación integral y definitiva. Entrega su vida como sacrificio de la Nueva Alianza y ratifica esa Alianza definitiva entre Dios y los hombres a través de su sangre. (Mc 14, )

La Alianza del Amor Esta nueva Alianza, sellada con la sangre de Cristo, supone una relación nueva entre los hombres y Dios: la religión del amor. Ahora podemos comprender que Dios es amor. Ahora podemos estar seguros de una cosa: que Dios es “Aquel que nos ama sin medida". Ahora debemos comprender que el cristianismo, que viene de Cristo, es la religión del amor, de la caridad, de la solidaridad.

+ La Eucaristía es la más hermosa invención del amor Por su amor para con nosotros, Jesús reunió en la Eucaristía una señal de su presencia divina y humana. Jesús desapareció, ausentándose en la Ascensión. Desde entonces, se esconde en una presencia siempre real, aunque más discreta para poder ser más universal. En el signo del Pan compartido sobre la mesa de la Iglesia, está la realidad de la persona de Cristo, crucificado y resucitado, verdaderamente presente para nosotros.

Su poder y amor infinito no quedan reducidos a un puro símbolo que conmemora solamente su paso por este mundo. Él quiso permanecer con nosotros, realmente presente, en el pan partido y en el cáliz consagrado de la nueva alianza. En el altar de todas las iglesias, en el sagrario del templo más sencillo, en la custodia más artística que sale hoy en procesión por las calles de las ciudades, Jesús, el Salvador, el Señor, está verdaderamente presente.

La Eucaristía es la más bella invención del amor de Cristo. La Celebración de la Eucaristía recuerda a los peregrinos en esta tierra, la fiesta eterna, que se preparada para el final de los tiempos, cuando el Reino de Dios se manifestará en toda su plenitud. P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS Dios con nosotros...

MI DOMINGO Con la Palabra de Dios Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS Ilustración: Nelso Geraldo Ferronatto Busca la dirección: Traducción: P. José Luis Uranga, CMF Música: Daqui do meu lugar Pe. Zezinho CD: Missa Fazedores da Paz Paulinas COMEP