Por favor, no toques el ratón Primera parte
Texto: D. Antonio Bravo Tisner Meditaciones sobre la alegría cristiana Primera parte
La riqueza no es sinónimo de alegría El camino de las bienaventuranzas resulta chocante para la razón y la sabiduría del mundo, pero estas yerran cuando cifran la felicidad en la acumulación de riquezas.
Los pobres en el Espíritu, son hombres y mujeres dispuestos a reanudar cada día el camino de la conversión y de la fe. Personas disconformes con la situación social, cultural, etc., que se entregan a la búsqueda de la justicia, la equidad y la reconciliación entre grandes dificultades, pruebas y burlas.
¡ Ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo!
Los mansos, los afligidos, son personas que carecen de medios para hacer valer sus derechos.
Él cuida del huérfano, del emigrante y de la viuda, esto es, de los que no tienen posibilidades de defender sus derechos y se ponen en sus manos. Los mansos, ponen su confianza en el Dios de los pobres y pacíficos.
“Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis” La alegría y el llanto coexisten en la persona de Jesús durante su peregrinación en la historia humana.
“¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!” Lc 6,21.25
El hambre y la sed representan el deseo hondo y ardiente de los que se hallan al límite de las fuerzas y aguardan una intervención salvadora
La justicia marchará ante él y sus pasos señalarán el camino. El señor nos dará la lluvia y nuestra tierra dará su fruto. Sal
Música Nightnois - Triona Ni Dhomhnaill