Ciclo A Vigesimonoveno domingo tiempo ordinario Vigesimonoveno domingo tiempo ordinario 16 de octubre de 2005 Sitges, Barcelona.
Salmo 95 ¡Cantad a Yahvé un nuevo canto, canta a Yahvé, tierra entera, contad su gloria a las naciones, sus maravillas a todos los pueblos. Tributad a Yahvé gloria y poder.
Pues grande es Yahvé y digno de alabanza, más temible que todos los dioses. Pues nada son los dioses paganos. Pero Yahvé hizo los cielos; Tributad a Yahvé gloria y poder.
Tributad a Yahvé, familias de los pueblos, tributad a Yahvé gloria y poder, tributad a Yahvé gloria y poder, tributad a Yahvé la gloria de su nombre. tributad a Yahvé la gloria de su nombre. Traed ofrendas, entrad en sus atrios. Tributad a Yahvé gloria y poder.
Postraos ante Yahvé en el atrio sagrado, ¡tiemble ante su rostro toda la tierra! Decid a los gentiles: «¡Yahvé es rey!» él gobierna a los pueblos rectamente. Tributad a Yahvé gloria y poder.
ALELUYA Flp 2: 15d,16a Aleluya, aleluya. Brilláis como estrellas en el mundo, manteniendo en alto la palabra de la vida. Aleluya.
Telefoto de Jerusalén desde el Monte de los Olivos.
Monedas de la época de Jesús. ( Del santo evangelio según san Mateo ) Mt 22: Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: «Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?» Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo.» Ellos le presentaron un denario. Y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?» Dícenle: «Del César.» Entonces les dice: «Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios.»
Salir PULSAR INICIO de la WEB PULSAR INICIO de la WEB Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras. Guárdame como a las niñas de tus ojos; a la sombra de tus alas escóndeme. Salm 16: 6,8