Marcianos en son de paz Miguel-A.
Desconozco en gran parte la ufología... y es un tema que no me interesa. La mayoría de la gente, quizás por efecto de la ciencia ficción, cuando lee la palabra OVNI (Objeto Volante No Identificado), piensa en extraterrestres. Piense cada uno como quiera. Mi interés es llenar la pantalla de colores y poner sonrisas en los rostros. Diré de ellos lo mismo que Cunqueiro de la meigas: “¡Yo no creo en los OVNI’s, pero haberlos, haylos!”.
Una señora iba conduciendo su coche, a altas horas de la noche, por la autopista desde Madrid, con dirección a Valencia.
De pronto, vio un un OVNI que acababa de aterrizar. La señora, sin saber qué hacer, se puso tan nerviosa que terminó saliéndose de la autopista, volcando con el automóvil, y perdiendo el conocimiento.
Al cabo de dos horas, la mujer recobró el conocimiento, viendo que un marciano le estaba masajeando los senos, mientras con voz melosa le decía: - No te preocupes, terrícola. ¡Venimos en son de paz!. Ya te hemos cosido la herida sangrante que tenías entre las piernas. Y, ahora, estamos intentando rebajarte estos dos chichones del pecho.