¡SÓLO SUJÉTATE A MÍ! Por: Milca Almeida
Hace unos días leí una historia que me impactó…
Una pequeña niña que nunca había montado a caballo se sentía muy nerviosa, pues ese día iba a montarlo con su abuelo, que dicho sea de paso era un excelente jinete.
Mientras sus padres la ayudaban a sentarse en el animal, la niña preguntaba: “¿Qué debo hacer? ¡No sé cómo montar a caballo! ¡Nunca antes lo he hecho! ¿Qué debo hacer?”
Su abuelo le dijo, en tono alentador: “No te preocupes por el caballo o cómo montarlo, tan sólo sujétate a mí”.
Esas palabras hicieron eco en mi corazón y sentí que Dios me hablaba a mí, diciéndome esas palabras: “No tengas miedo, hija mía, no pienses…
… no estés nerviosa, no importa que nunca antes lo hayas hecho, solamente sujétate a Mí, abandónate en mis brazos y estarás segura”.
Y tuve que glorificar al Señor, con toda mi alma, pues sentí que una paz inmensa recorría todo mi ser.
Muchas veces cuando vienen situaciones a nuestra vida, que nunca antes imaginamos que podían llegar, sentimos miedo, nos sentimos nerviosos y quizás hasta confundidos.
Yo no soy la excepción de la regla y tristemente me he sentido así en diferentes ocasiones.
Pero estoy sumamente agradecida de ese Dios amoroso y bueno, que se manifiesta en mí, como sé que en ti también, de diferentes maneras.
Él me llena de consuelo, me da confianza para trotar, no importa si a caballo o a pie.
Porque Él siempre va a estar conmigo, cuidándome con una columna de nube de día y una columna de fuego de noche.
Lo único que me pide es: ¡Sólo sujétate a Mí!