Mimate…
He entrevistado a algunas de mis amigas y todas estuvieron de acuerdo en que lo más beneficioso a esta altura de nuestras vidas… es hacer ejercicio. Pero yo les aconsejo … mimarse. Sí, mimarse. Lean y verán. Doy algunos testimonios…
“Mi abuela comenzó caminando 3 kilómetros al día cuando tenía 60 años “Mi abuela comenzó caminando 3 kilómetros al día cuando tenía 60 años. Ahora tiene 97… y no sabemos dónde está”.
“El año pasado me inscribí en un gimnasio, por casi $400 por mes y todavía no he perdido ni un kilo. Aparentemente, además hay que asistir…”
“Tengo que hacer ejercicio muy temprano por la mañana, antes de que mi cerebro se de cuenta de lo que estoy haciendo.”
“No hago ningún ejercicio “No hago ningún ejercicio. Si Dios hubiera querido que nos tocáramos la punta de los pies, los habría puesto más arriba…”
“La ventaja de hacer ejercicio todos los días, es que te mueres en un excelente estado de salud.”
“Me gustan las caminatas largas, especialmente cuando las hacen algunas personas que me molestan.”
“Tengo los muslos flácidos, pero … afortunadamente los cubre el estómago.”
Finalmente, se ha documentado hasta el hartazgo que por cada kilómetro que trotas, añades un minuto a tu vida.
Esto te permite que, cuando cumplas los 85 años, tengas derecho a cinco meses de vida adicionales... en un geriátrico a $10.000 por mes y que seguramente no podrás pagar.
Mis consejos personales para mantenerse bien:
No dar trascendencia a las cosas que no la tienen, enojarse no sirve de nada …
No volverse loca tratando de mantener la casa o el apartamento como si estuviera por visitarte una delegación de la ONU…
No interferir más de la cuenta en las idioteces que hacen nuestros hijos y/o nietos, los criamos bien, así que ahora que se las arreglen como lo hicimos nosotras…
Si tenemos achaques u otros problemas de salud, intentemos sobrellevarlos lo mejor posible sin obsesionarnos…
Tratar de no mirar noticiarios en especial a la hora de comer ...
No pretendamos cambiar el mundo, ya cambió por su cuenta y nosotras quedamos al margen, paciencia …
Es malo estar gorda, es malo estar flaca, es malo tener más de 45 años … ¿vale la pena hacerse mala sangre?
Para algunas de nosotras queda poco hilo en el carretel, al demonio con todo y disfrutemos al tope de lo que tenemos.
Aunque nos cueste reconocer a esa muñeca que nos mira cada mañana desde el espejo,
conviene mimar al máximo a la niña que llevamos dentro.
Tómate tiempo y haz las cosas que te gustan …
Si no es ahora… ¿cuándo? Mimate…