PATRICIA E ISMAEL 6ª B DÌA DEL LIBRO PATRICIA E ISMAEL 6ª B DÌA DEL LIBRO

Hace mucho tiempo, en la edad media, vivía un chico llamado John. Era un chico de unos 25 años. Ahora vivía sólo, pues su hermano estaba con el malvado ejercito del rey Juan III.

Tenía una pequeña cabaña de madera en el bosque, y como no ganaba más de un farto al mes se alimentaba de lo que conseguía cazar. Además poseía un caballo que no era muy veloz que usaba para desplazarse y una cabra que le daba leche.

Recordaba mucho a su hermano, pero creía que no podían hacer nada para volverle a ver y ayudarle a escapar del malvado ejército del rey. Esta idea se le quito de la cabeza un buen día cundo salía de su casa. Se encontró nadando en un lago a un chico. Tenía unos 18 años. Le extraño verle allí, en pleno otoño, el agua debería estar helada.

Se llamaba Pedro. No se atrevía a preguntarle lo que hacía allí, estaba claro que bañándose, pero no sabía el motivo. Quizá, simplemente le apetecía, aunque creía que no era así, porque había dejado una toalla en la orilla.

Finalmente se lo preguntó al muchacho. Le contó un poco avergonzado que había perdido las posesiones más preciadas de su familia, ahora se encontraba solo. Al ver la situación de Pedro, John le ofreció un hueco en la cabaña.

A Pedro l e iluminó la cara y aceptó encantado. Por el camino consiguieron cazar un jabalí, al menos, con eso, tendrían suficiente para aquel día. A la mañana siguiente se levantaron muy temprano y se pusieron a desayunar. John le contó a Pedro que su hermano estaba en el ejército y que le obligaban a destruir poblados y tratar mal a la gente. A Pedro se le ocurrió una idea,al oír la triste historia. Irían a buscar a su hermano, pues el imperio no estaba tan lejos.

Tras prepararse durante media hora,, por fin salieron. Montaron en el caballo de John y emprendieron su aventura. Al medio día pararon en un claro para descansar y comer. John se adentró en el bosque para coger leña y preparar fuego para la comida Al meter la mano entre unos arbustos, notó algo duro. Al sacarlo se dio cuenta de que era una piedra preciosa que parecía muy valiosa, la cogió y se la enseñó a Pedro.

Se dieron cuenta de que había también unas grandes huellas. Les llevaron a la entrada de una cueva, la piedra comenzó a brillar. Entonces entraron y al llegar al final descubrieron una estatua de un ser extraño que no conocían: cuerpo de caballo, cuerno de unicornio y alas de pegaso. La estatua al observar brillar la piedra, se convirtió en un unipegaso blanco. Se sorprendieron al verlo, pero aún más al ver que podía hablar con ellos. Como recompensa, el unipegaso los montó en su lomo y dijo: - Os llevaré a rescatar a tu hermano-dijo el unipegaso.

-. - ¿ Y cómo sabes lo de mi hermano ? – dijo él. - Os lo oí comentar mientras veníais hacia aquí, tengo un oído privilegiado. Se montaron y salieron volando por un agujero del techo. Al principio tenían un poco de miedo pero luego se acostumbraron. Tardaron una hora y media en llegar a los alrededores de la muralla del Imperio. - No lograremos entrar por la puerta principal, está plagada de guardias – dijo Pedro. El unipegaso estaba decidido a entrar pero … ¿ cómo ? - ¿Cómo entraremos ?- dijo John al cabo de un rato.

- Cuenta la leyenda, que hay un pasadizo secreto que lleva a las mazmorras de los presos … El unipegaso recogió dos harapos del suelo y los convirtió en dos armaduras y un escudo con la cabeza de un unipegaso. Luego hizo lo mismo con dos palos y los convirtió en espadas. Esa noche durmieron pensando en el día siguiente y sintiéndose poderosos. A la mañana siguiente se pusieron sus respectivas armaduras que parecían hechas a medida y emprendieron su camino.

S e montaron en el unipegaso y recorrieron el bosque hasta la parte trasera del castillo. Allí encontraron una trampilla. A unque camuflada con ramas la encontraron. Desenvainaron las espadas y entraron todos, menos el unipegaso, en el pasadizo. Encontraron una escalera por la que subieron. Daba a las mazmorras. Liberaron a los presos y al hermano de John Jonh y Pedro se convirtieron en los nobles del reino. Así vivieron en paz para siempre.