VIACRUCIS DEL PERDÓN
1- Decidme por qué al Nazareno la vida se le va si aún el vino nuevo no ha fermentado en el lagar
2- Decidme por qué el silencio rebota en cada golpe en cada paso en cada piedra cuesta arriba del Gólgota
3- Decidme si es Viernes Santo por el llanto compungido de la gente arrepentida, o por el perdón universal del Cristo Cordero que muere inocente en las aspas de un madero
4- Decidme si es hora ya de escanciar el vino nuevo de la nueva humanidad elaborado en el nudo de un árbol partido en cruz donde por amor padece y muere Jesucristo Redentor
5- Recordaré por siempre tu mirada pues con amor me miraste, Jesús Nazareno, al pasar
6- En la penumbra de la noche, al rezar, evocaré tu mirada hasta ver un nuevo alborear
7- Clavaré tu perdón en el centro del corazón y encenderé los cirios de mi esperanza y mi fe
8- Pan de trigo tu Palabra será, amasada en tu cruz, que mi alma saciará
9- Buscaré tu rostro en adelante y en tu rostro tu mirada subyugante
10- Desandaré a tientas en la niebla, como un ciego, mis sendas torcidas hasta encontrar el perfil de la inocencia primera que un día lejano perdí
11- Tendré de aliado el silencio para escuchar tu voz, sólo tu voz, que es Palabra de vida y perdón
12- Cada vez que tu mirada, vuelva a encontrarse con la mía, sabré, Jesús de Nazaret, que tu ternura y tu amor encendió mi alma de fe
13- Tu luz, que mi alma ilumina, es la que había en tu mirada aquel día, que al cruzarse en mi camino cambió para siempre mi destino
14- Tú que al pasar, con amor me miraste, sabes que aquel rezo dejado en tu altar, no fue por olvido, fue el de un amigo, que con amor, “Padre nuestro… -te decía- que en los cielos estás…”
VIACRUCIS DEL PERDÓN 1- Decidme por qué al Nazareno la vida se le va si aún el vino nuevo no ha fermentado en el lagar. 2- Decidme por qué el silencio rebota en cada golpe en cada paso en cada piedra cuesta arriba del Gólgota. 3- Decidme si es Viernes Santo por el llanto compungido de la gente arrepentida, o por el perdón universal del Cristo Cordero que muere inocente en las aspas de un madero. 4- Decidme si es hora ya de escanciar el vino nuevo de la nueva humanidad elaborado en el nudo de un árbol partido en cruz donde por amor padece y muere Jesucristo Redentor. 5- Recordaré por siempre tu mirada pues con amor me miraste, Jesús Nazareno, al pasar. 6- En la penumbra de la noche, al rezar, evocaré tu mirada hasta ver un nuevo alborear. 7- Clavaré tu perdón en el centro del corazón y encenderé los cirios de mi esperanza y mi fe. 8- Pan de trigo tu Palabra será, amasada en tu cruz, que mi alma saciará. 9- Buscaré en adelante tu rostro y en tu rostro tu mirada subyugante. 10- Desandaré a tientas en la niebla, como un ciego, mis sendas torcidas hasta encontrar el perfil de la inocencia primera que un día lejano perdí. 11- Tendré de aliado el silencio para escuchar tu voz, sólo tu voz, que es Palabra de vida y perdón. 12- Cada vez que tu mirada vuelva a encontrarse con la mía sabré, Jesús de Nazaret, que tu ternura y tu amor, encendió mi alma de fe. 13- Tu luz, que mi alma ilumina, es la que había en tu mirada aquel día, que al cruzarse en mi camino cambió para siempre mi destino. 14- Tú que al pasar, con amor me miraste, sabes que aquel rezo dejado en tu altar, no fue por olvido, fue el de un amigo, que con amor, “Padre nuestro… -te decía- que en los cielos estás…” Juan Manuel del Río