Mujer al fin... Noris Capín

“-Cambias: como el viento giras, despeinas y renuevas. como el río corres; como las aguas refrescas. Como el horizonte te alejas; como el alba resplandeces. Dentro de tu ser ríes, mas la sonrisa no sale de tu boca, remota de palabras sabias... Cambias: como la ola al descansar en la orilla. Como mujer al fin, amas, como mujer al fin brillas.” Noris Capín

Formalizar dentro de ti el querer ser una mujer diferente, es entrar en una nueva etapa para tu vida. Es llegar a tomar la decisión de ser un complemento positivo, que se ajuste al cambio. Hacer la diferencia en tu diario vivir, te permite traer desde dentro de tu ser, a esa persona que vive escondida en la profundidad de tu alma; la que desea salir a la luz del día, pero no sabe cómo hacerlo. ¿Te has preguntado alguna vez lo que conlleva a ser una mujer distinta?, ¿quizás estás tomando en cuenta ser moderna en el vestir?, ¿te has puesto a pensar en qué consiste enfrentarte al nuevo “yo”, con ideas innovadoras y prácticas? o ¿acaso te gustaría ser promotora de una imagen encabezando una moda?

Sin embargo, concretar una nueva imagen para ti, te compromete a ser mejor persona, con el fin de caminar con rectitud y sabiduría por el resto de tu vida. En efecto, el querer desalojar a la mujer antigua de tu ser, no es reinventar a una mujer que luce distinta por fuera. Eso a la larga es vano, ya que no le estás dando la prioridad a lo natural y a lo verdadero que vive en ti.

No es fácil permitirte a ti misma el ser diferente; estarías modifi- cando diversas características que has amparado durante años; actitudes y comportamientos imposibles de eliminar; al menos que de verdad sientas la necesidad de encauzar tu vida.

Debido a todas esas actitudes, y posturas que has adoptado en el pasado, has llegado a la conclusión, de que el cambio requiere innumerables confron- taciones contigo misma. Por ese motivo podrías pensar, que es más cómodo quedarte así como eres, pues según tú misma es factible que el cambio no se realice, ya que esa tarea reúne múltiples reformas. Sin embargo, es posible dar ese paso con fe. Tu devoción personal juega un papel primordial, si de verdad tienes la intención de solidificar tu vida con la de tu espíritu.

Solamente tienes que poner en juego tu deseo de ser una persona diferente, porque estás viviendo momentos muy serios. La sociedad cambia día a día, y por lo tanto, el encanto de lo que representa ser una mujer completa, -mente, alma y espíritu- se ha trasla- dado a una dimensión más drástica, lo cual te hace prisionera de todo y dueña de nada.

La imagen de la mujer se ha visto mezclada, con la fantasía de lo que se ve a diario en la televisión y en las revistas de moda. Sabemos tú y yo, que no es así, que en la mujer existe algo que contra- dice con lo que el mundo la asocia, siendo esto la superficialidad y la hipocresía.

Entiende que la realidad de tu vida es otra. Es tuya tu propia historia y no debes negar que pudo haber sido mejor. Sin embargo, ya que no puedes retroceder el tiempo, y eliminar lo vivido, vale la pena mirar al frente y comenzar a practicar nuevos hábitos; los que encierren un plan de vida futura.

La perfección es un término que abarca mucho campo, porque la excelencia es un recorrido, a través de pasillos infranqueables, inhóspitos y tristes. No obstante, tu capacidad para permi- tirte a ti misma alterar tus propias reglas, te conduce a estar en una bús- queda que tiene un principio, pero no un final. Descubrir a tu persona, es un trayecto que suele ser refrescante, porque al conocer lo que hay en lo más hondo de tu alma, te hará más sensible, y tu belleza interna resplandecerá mientras vivas.

El reconocer a Dios como proveedor de todas las cosas que posees, te conducirá a pensar en las cosas que verdaderamente son importantes, ya que surgen porque Dios lo ha querido así. Su plan de vida no falla, Su amor por ti no tiene límites. Deseo que entiendas, que cada gotita de agua que cae del cielo, cada hormiga que camina por la tierra, cada pájaro que cuida de su nido, son obras maestras de Dios. Las cosas más sencillas e insignificantes de la vida, son frutos de Su Creación y por lo tanto, son detalles que no debes pasar inadvertidos.

“Observa dentro de ti, esa fuente que se desborda. Esa ebullición interna, es la expresión de tu ser, que desea salir a la superficie.” “Busca a Dios, y vivirás contenta. Siéntelo vibrar, porque Él vibra en ti. Tocas tu ser y estás tocando a Dios, y cuando encuentres Su Espíritu, te estás encontrando a ti misma.” ♥ Promotora de la dignidad de la mujer Noris Capín ©Copyright

Dice la Palabra de Dios: “Una mujer discreta es un regalo del Señor; una persona educada no tiene precio. Una mujer modesta es el mayor encanto; nada vale tanto como una persona reservada.” Eclesiástico 26:14-15