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Por el camino, se encontraron con un humilde caminante muy apesadumbrado. Francisco no tenía prisa y escuchó atentamente mientras le contaba sus penas. Por el camino, se encontraron con un humilde caminante muy apesadumbrado. Francisco no tenía prisa y escuchó atentamente mientras le contaba sus penas.
Cuando llegaron al pueblo, Francisco conversó con los comerciantes, pasó tiempo con los agricultores en sus puestos de venta de frutas y verduras y jugó con los niños en la calle. Por el camino de vuelta se encontraron con un campesino que llevaba una carga de paja y Francisco pasó tiempo con él.
Terminó la mañana y el grupo regresó al monasterio del que habían partido temprano aquel mismo día. Uno de los seguidores, muy decepcionado, le dijo a Francisco: “Hermano Francisco, dijiste que íbamos a predicar. Pero ha pasado toda la mañana y no hemos predicado ningún sermón.” Terminó la mañana y el grupo regresó al monasterio del que habían partido temprano aquel mismo día. Uno de los seguidores, muy decepcionado, le dijo a Francisco: “Hermano Francisco, dijiste que íbamos a predicar. Pero ha pasado toda la mañana y no hemos predicado ningún sermón.”
Tú estás escribiendo un Evangelio, Un capitulo cada día, Con lo que haces, Y con lo que dices. Los hombres leen lo que tu escribes, Sea falso o verdad; Dime… ¿Cual es el Evangelio que muestras con tu vida? --Paul Gibert (Traducido del Ingles) Tú estás escribiendo un Evangelio, Un capitulo cada día, Con lo que haces, Y con lo que dices. Los hombres leen lo que tu escribes, Sea falso o verdad; Dime… ¿Cual es el Evangelio que muestras con tu vida? --Paul Gibert (Traducido del Ingles)
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