HAITÍ, PAÍS MÁS POBRE DE AMÉRICA

El domingo 13 de diciembre de 2009…

fue inaugurada la Escuela Parroquial “San Gerardo”, que los Padres Redentoristas atienden en Puerto Príncipe, capital del país.

Ha sido un proyecto financiado desde España, con fondos recaudados en las Cenas de Granada, Madrid, Tomelloso y Tenerife.

Alumnos, padres y profesores organizaron una celebración

Una alumna y un alumno dirigieron palabras de agradecimiento para los donantes españoles.

Desde los más pequeños hasta los de los últimos cursos, los alumnos compartieron sus talentos, en una fiesta llena de imaginación.

En el terremoto del pasado 12 de enero de 2010… la escuela se ha hundido, con unos 300 niños dentro. Los padres, los profesores y la comunidad redentorista desescombran con sus manos, intentando recuperar a los niños. En el terremoto del pasado 12 de enero de 2010… la escuela se ha hundido, con unos 300 niños dentro. Los padres, los profesores y la comunidad redentorista desescombran con sus manos, intentando recuperar a los niños.

Así ha quedado la Parroquia San Gerardo. El crucificado que presidía el altar ha quedado así.

Muchos niños de la escuela, envueltos en escombros.

Cindy Terasme grita tras ver los pies de su hermano Jean, de 14 años, muerto…

entre los escombros de la escuela San Gerardo.

Quien humilla al ser humano u olvida su desgracia, también olvida a Dios.

La mayor carencia espiritual es creer que se puede servir a Dios olvidándose del sufrimiento humano.

La escuela parroquial se ha hundido por completo, con niños y profesores dentro, unas 300 personas. ¡¡Todos muertos!!

La iglesia está casi destruida. Solamente quedan algunas paredes.

Entre los escombros lo han perdido todo. Hay quien ha perdido madre, hermanos, hermanas, primos, primas…

Puerto Príncipe se ha hundido en la fosa. No hay palabras para expresar lo sucedido. Como la gente se ha quedado sin casa, de momento pasa la noche en el patio.

“Gracias por la solidaridad. Rezad mucho por nosotros. El sufrimiento de nuestro pueblo es enorme”. Adonai, superior de los Redentoristas en Haití

Dios, nuestra esperanza, te confiamos a todas las víctimas del grave temblor de tierra en Haití. Cuando nos desconcierta el sufrimiento incomprensible de los inocentes, danos ser testigos de tu compasión. Amén. Unámonos a la oración de la Iglesia en Haití:

Ayudando a nuestros hermanos haitianos, podemos colaborar a sembrar mucha esperanza. Ahora nos necesitan.

Haití, país más pobre de América, azotado frecuentemente por huracanes, ha sido ahora golpeado por este fatal terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter, que ha dejado a cientos de miles de muertos y damnificados; un escenario difícil de describir con palabras.difícil de describir con palabras

En los humanos violentados, Dios sufre esa misma violencia.