Cuando buscamos el modo de cumplirle a Dios. Encontramos diversas mentalidades, algunas de ellas tan escurridizas, tan pasajeras, tan informes como gotas de agua.
Jesús recordando al profeta Isaías, clasifica a los fariseos de: Hipócritas.
“Me honran con los labios pero su corazón está lejos de mí”.
“Es inútil el culto que me rinden …”
“Enseñan doctrinas que no son sino preceptos humanos.”
Del corazón salen las buenas y las malas intenciones.
Hay que quitar las malas intenciones.
Hay que quitar las malas acciones.
Que tengamos buenas intenciones Que prometamos lo bueno.
Que entreguemos buenas acciones.
Que Cristo nos diga: Eso, eso, eso, sí está bien.