“La manzana de Eva” Miguel-A.

Cuenta la historia que, en el paraíso terrenal, Adán y Eva tuvieron un gran enfado. Como consecuencia, estuvieron varios meses sin tener relaciones sexuales. A primera vista, la historia no parece imparcial, pues sólo habla de las necesidades sexuales de Eva. Cuenta que Eva ya estaba “que se subía por las paredes”. La Tabla Redonda Feminista contrató a una investigadora para rebatir la la historia debido a su parcialidad. “Yo, ni por un momento dudaría de la historia, afirma el famoso investigador Doctor Pajas, solamente que Adán fue más listo que Eva, y recurrió a trucos manuales”.

No es mi intención entrar en la guerra de los sexos No es mi intención entrar en la guerra de los sexos. Soy un hombre de paz. Sigue la historia contando que Eva salió de paseo por el paraíso (Adán no iba con ella... que estaban de morro), y se encontró con el dinosaurio macho. Tras un rato conversando, necesitada, como estaba, Eva le pidió relaciones sexuales. El dinosaurio respondió de mala manera, y se rió en su cara. - ¿Yo? ¿Ahí? ¿En esa cosita tan chiquita que tienes, que para taparla basta una sola hoja de parra? ¡Imposible!. Y Eva, en un ataque de rabia, le mordió en los testículos.

En su paseo, Eva, a continuación, se encontró con un mono, y también le pidió relaciones sexuales. El mono, en su respuesta, fue más diplomático que el dinosaurio: - ¡No me jodas! Yo ya tengo a la mona, que está muy mona. ¡Y si se entera la mona, que está más mona que tú, de que tengo dos hembras, verás la que liamos! Mira, de esas cosas, ni me hables. ¿Es que tú no tienes un macho de tu especie?. Pero Eva se sintió irritada por la respuesta. Agarró al mono, y le arrancó todos los pelos del culo.

Más tarde, Eva se metió en el río con intención de refrescar su pasión Más tarde, Eva se metió en el río con intención de refrescar su pasión. Y, viendo un pez, también le pidió relaciones sexuales. - No entiendo lo que me estás diciendo -replicó el pez-. Tengo por norma complacer a todos, pero no sé lo que quieres. Y como en aquellos tiempos desnudarse era rápido. Eva levantó la hoja de parra, y le explicó: - ¡Ponte aquí, y simula entrar y salir, repetidamente!. Y el pez complació a Eva.

Hoy conocemos el porqué de la extinción de los dinosaurios Hoy conocemos el porqué de la extinción de los dinosaurios. Sabemos la razón de que lo monos tengan el culo colorado. Y nos es fácil saber de dónde viene la famosa frase: “¡Que te folle un pez!”. ¡Lo que nunca podremos saber es cuál era el sabor del pescado antes de tener lugar esta historia!.