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28 de enero de 2002

Libro Amante

è “Leer con la naturalidad con que respiramos y hablamos. Leer como una parte indispensable de la vida, como un medio para vivirla de la mejor manera posible”. José Emilio Pacheco

è “Si se me pidiera designar el hecho principal de mi vida, diría que fue la biblioteca de mi padre”. (Emir Rodríguez Monegal, Borges, una biografía literaria, FCE). è “Si se me pidiera designar el hecho principal de mi vida, diría que fue la biblioteca de mi padre”. (Emir Rodríguez Monegal, Borges, una biografía literaria, FCE).

è “No hay receta posible. Cada lector es un mundo, cada lectura diferente. Nuevas aguas corren tras las aguas, dijo Heráclito; nadie se embarca dos veces en el mismo río.

è Pero leer es otra forma de embarcarse: lo que pasa y corre es nuestra vida, sobre un texto inmóvil. El pasajero que desembarca es otro: ya no vuelve a leer con los mismos ojos”. Gabriel Zaid en su libro Leer poesía” è Pero leer es otra forma de embarcarse: lo que pasa y corre es nuestra vida, sobre un texto inmóvil. El pasajero que desembarca es otro: ya no vuelve a leer con los mismos ojos”. Gabriel Zaid en su libro Leer poesía”

Crimen y castigo, de Fedor Dostoievski.

Los Maestros como Lectores y Promotores de Lectura

è Los libros han sido para mí herramientas para vivir la vida, para mirar a los otros y mirarme, compañía invaluable y, como dijera Borges, una de las formas de la felicidad.

è Las pasiones humanas son un misterio, y a los niños les pasa lo mismo que a los mayores. Los que se dejan llevar por ellas no pueden explicárselas, y los que no las han vivido no pueden comprenderlas.

è Hay hombres que se juegan la vida para subir a una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, puede explicar realmente por qué. Otros se arruinan para conquistar el corazón de una persona que no quiere saber nada de ellos.

è En resumen: hay tantas pasiones distintas como hombres distintos hay.

è La pasión de Bastian Balthazar Bux eran los libros.

è Quien no haya pasado nunca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado…

è Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la manta, porque papá o mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito…

è Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por lo que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido…

è Quien no conozca todo eso por propia experiencia, no podrá comprender probablemente lo que Bastián hizo entonces.

Felipe Garrido è “Si los padres leyeran a sus hijos quince minutos cada día; si los maestros leyeran a sus alumnos quince minutos cada día - no para estudiar, sino por gusto, por divertirse -...

Felipe Garrido è... si lográramos fundar muchos Rincones y Talleres de Lectura para niños, para jóvenes y para adultos, en todo el país, produciríamos la más importante revolución educativa, cultural y social de nuestra historia”.

Daniel Pennac è “Así como no se puede decir: ámame, sueña, el verbo leer tampoco tolera el imperativo”. Sin embargo, hay algo que podemos revisar: nuestra actitud frente a la lectura, frente a los libros.

La vida está en la literatura y la literatura es parte de la vida.

è La formación como lector se inicia en la casa, en hogares donde los libros son parte de la vida cotidiana, que están a la altura de los pequeños y que pueden ser tocados, palpados, olidos, usados, leídos y bien conservados por niños que han aprendido a cuidar lo que aman.

è La formación de lectores la facilitan los padres que leen a sus hijos en voz alta, propiciando momentos de intimidad, atención y cariño; por padres que dan de leer a sus hijos libros que los remiten a sus propias experiencias, que tienen que ver con sus intereses, con sus fantasías, con sus inquietudes.

è Porque finalmente eso es lo que nosotros como adultos esperamos encontrar en un libro.