Tema 8. Controles y zafaduras

1. Nociones básicas Todo rescate debe controlarse desde el principio, ya que el objetivo que se persigue es ayudar a la persona utilizando el mejor procedimiento posible. Se debe evitar contacto previo con el accidentado. Para ello utilizaremos material (siempre que sea posible).Con accidentados conscientes conviene hablar con él y tranquilizarlo. Si el accidentado esta inconsciente se debe controlar el rescate realizando las acciones pertinentes, actuando con rapidez (vías aéreas fuera del agua) y considerando posibles lesiones. Cuando es inevitable la toma de contacto SIEMPRE realizarla por la espalda actuando con seguridad, rapidez y sin dudar ni un momento. “La seguridad debemos transmitirla al accidentado”

Comportamiento de la persona que cree ahogarse El comportamiento no es siempre el mismo ya que depende de muchos factores psicológicos y ambientales. Es importante que el socorrista conozca algunos comportamientos que se dan en situaciones límite para poder anticiparlas. Entre ellas destacamos: - la fuerza de la víctima se ve aumentada al máximo (el aprovisionamiento de sangre y por tanto de adrenalina aumenta a los músculos en situaciones de miedo) - la víctima no piensa y sus movimientos son desesperados, no controlados y simétricos. Se intenta apoyar en lo que ve fuera del agua (el socorrista debe conocer que intentara aferrarse a cabeza, cuello, muñecas y manos principalmente y menos frecuente a pecho y cintura)

CONTROLES: Ante accidentados conscientes muy nerviosos o histéricos, el socorrista acuático debe elegir siempre la estrategia de no dejarse coger. Para conseguirlo puede usar las siguientes estrategias: Sumergirse 2 metros antes del accidentado y salir a la espalda de este. Nadar alrededor del mismo y alcanzarlo por la espalda en el momento que este despistado. Sumergirse 2 metros antes de él y manejarlo desde abajo cogiéndolo por los tobillos o piernas y poniéndolo en una posición correcta para realizar el control.

Tipos de controles: El socorrista acuático coge los dos brazos del accidentado por detrás de su espalda , utilizando uno o sus dos brazos.

Tipos de controles: El socorrista acuático pasa sus brazos por debajo de las axilas del accidentado y lleva sus manos a la cabeza de este.

Tipos de controles: El socorrista acuático pasa sus brazos por encima de los hombros del accidentado y une sus manos por detrás de la espalda del accidentado, quedando este con sus brazos apresados.

Zafaduras: Se conocen por zafaduras a las técnicas basadas en el judo y la defensa personal y adaptadas al medio acuático que le permite al socorrista acuático liberarse con facilidad de los agarres desesperados y descontrolados por los que puede verse sometido. Son muy importantes dos consideraciones: Ejecutar la técnica con rapidez. Mantener al accidentado perfectamente controlado por encima de la superficie del agua después de aplicar la zafadura.

Clasificación de las zafaduras según el agarre: Agarres a la cabeza. Agarres al cuello. Agarres a las muñecas. Agarres al pecho. Agarres mixtos.

Agarre con una mano a la cabeza: Agarramos su muñeca por la parte de abajo y le hacemos girar hasta tenerlo controlado con el brazo detrás.

Agarre con dos manos a la cabeza: Agarramos la muñeca contraria por encima de su otro brazo y le hacemos girar hasta tenerlo controlado con el brazo detrás.

Agarre con dos manos a la cabeza: Metemos los dos brazos entre los dos suyos y los levantamos a la vez que los abrimos.

Agarre con dos manos al cuello: Agarramos su pulgares y tiramos de ellos para luxárselos y pasamos por debajo de uno de sus brazos.

Agarre con los dos brazos al cuello: Tiramos de sus pulgares para abrirle los brazos y pasamos por debajo de uno de sus brazos.

Agarres al cuello con las dos manos: Agarramos la muñeca del accidentado con nuestra mano contraria y levantando su brazo y pasando por debajo y controlarlo delante de nosotros.

Agarre al cuello por la espalda Cogemos una de sus muñecas y a la vez que la gira hacia dentro, se hunde para pasar por debajo del brazo correspondiente, colocarse a la espalda del accidentado sin soltar su muñeca y controlando de esta forma iniciar el remolque.

Agarre con una mano a la muñeca: Giramos nuestro brazo hacia nosotros para soltarnos.

Agarre con dos manos a una muñeca: Nos agarramos la mano y giramos nuestro brazo a la vez que tiramos.

Agarre con las dos manos a las dos muñecas: Consiste en realizar con gran fuerza y rapidez un giro con los antebrazos, de tal forma que se permite abrir la pinza que el accidentado forma con sus manos al realizar el agarre.

Agarre al pecho por debajo de los brazos: Ponemos nuestros pulgares debajo de su barbilla y empujamos su cabeza hacia atrás.

Agarre al pecho por debajo de los brazos: Le ponemos un pulgar en la nariz y empujamos hacia atrás.

Agarre al pecho por encima de los brazos: Metemos nuestro brazo entre sus brazos y empujamos ayudándonos de la pierna.

Agarre al pecho con los brazos apresados: Se realiza introduciendo con cierta precaución uno o los dos brazos entre ambos cuerpos apoyando las manos en el esternón y extendiendo los codos.

Agarre mixto por detrás: Le agarramos los pulgares de los pies y la abrimos las piernas a la ves que tiramos hacia atrás hasta que nos suelte completamente.

Agarre mixto por delante: Le agarramos por el tobillo y tiramos hacia arriba presionando a la vez con la otra mano en su pierna hacia abajo.

Agarre mixto por delante: Presionamos con los codos en la zona del aductor hasta que nos suelte completamente.