Un homenaje a la humanidad… de este país, un país… como cualquier otro quizás.

Cuando la política es mala o interesada, manipula a su antojo la HISTORIA; …es entonces cuando ésta última deja de serlo para ser sólo “propaganda” del vencedor. (Eso decimos muchos).

Nuestra historia… política… … es como un mal cuento, una pesadilla que no quiere terminar. Unos cantaron sus “glorias” diciendo lo malos que habían sido los otros. Y ahora estos otros hacen exactamente lo mismo… pero a la inversa. Nunca lo cuentan todo… sino sólo lo que “interesa”.

A ninguno de los dos les interesó contar lo que hizo bien “el otro”… …aunque ninguno dudó en denigrar a la otra parte callando sus logros… …para resaltar únicamente los propios.

Pero este menda… que no soy de izquierdas, derechas ni centro, que no me aferro a un movimiento eclesial menospreciando a otros, que no soy “progre” ni “retro”, … sino sólo un cristiano más, uno más de a pie…-o que quiero serlo al menos-…

…que no soy perfecto… ni de lejos –aún menos de cerca-… entiendo ante lo que observo: mirando en todas direcciones, escuchando y leyendo a unos y otros,… también a mí mismo,… QUE SOMOS TODOS MUY HUMANOS.

¡Qué brutitos!. No tanto por las burradas que hayamos hecho… y seguimos haciendo,… no tanto por la forma en que nos hemos relacionado hasta ahora… y lo seguimos haciendo,… no tanto por nuestros errores y pecados, los reconozcamos o no,…

… sino porque no nos reconocemos tal como somos… …y nos negamos a aceptar que “EL OTRO” es “otro YO”.

De tanto mirarnos el ombligo, nos olvidamos de mirar hacia donde nos dirigimos.

De tanto mirar los errores y fallos de los demás, nos olvidamos de perdonar de corazón, de “OLVIDAR” (principal “característica” del perdón).

De tanto quejarnos de “lo mal que lo han hecho otros” nos olvidamos de hacer camino y que ese camino no copie los errores que criticamos.

Nos falta HUMILDAD, mucha. Es muy fácil juzgar, señalar con el dedo y condenar a los demás: basta con creernos mejores o más que ellos. Pero… ¿lo somos?. “Sólo tiene el poder de juzgar quien tiene el poder de salvar”. Si lo pensáramos un poco… Nos falta HUMILDAD, mucha.

Si fuéramos de verdad sinceros, honestos con nosotros mismos… … nos daríamos cuenta de que no estamos llamados a estar solos, … ni tampoco enfrentados unos contra otros como si nada tuviéramos en común.

Nuestras propias cerrazones, intransigencias y mezquindades… no nos dejan SER LIBRES. Si nos liberáramos de ellas y de los pre-juicios que anidan en nosotros y que no nos dejan ver toda la realidad,… … y dejáramos de andar como con “orejeras”, sin querer ver otras formas, otras oportunidades… entonces sí daríamos lugar a espacios de LIBERTAD y madurez.

Si viviéramos conscientes de esto… nos daríamos cuenta de que estamos llamados a ser todos UNO,… … viviendo nuestra diversidad como una oportunidad para crecer y enriquecernos mutuamente, …viviendo nuestras diferencias, del tipo que sean, como un conjunto de dones, para DARNOS recíprocamente.

Viviendo nuestras limitaciones y fortalezas… no como motivo para el engreimiento, creyéndonos los gigantes de nuestros sueños, ni tampoco para la depresión, creyéndonos los enanos de nuestros miedos... …sino como ocasión constante para la evolución.

Para que esto sea posible, se necesitan unas claves: Hay que RELATIVIZAR nuestros mundos particulares, a los que a veces tomamos como verdades absolutas y dogmáticas. Hay que aprender a ESCUCHAR y atreverse a ACOGER al otro sin pre-juicios. Hay que seguir insistiendo en los caminos del entendimiento, diálogo sin trincheras, tolerancia y RESPETO mutuo. Hay que… adoptar todas estas actitudes de forma decidida para que exista una verdadera COMUNICACIÓN; se aprende a AMAR mejor aquello que se conoce.

Así podríamos abrir el camino a la más profunda de todas las vocaciones: “Ser todos UNO EN DIOS”. En Él podremos alcanzar verdadera felicidad: Viviendo su dimensión COMUNITARIA. Haciendo evidente que estamos hechos a IMAGEN y SEMEJANZA suya. AMANDO como por Él somos amados.

El “paraíso” no es el punto de partida… sino el de llegada. En él habrá armonía porque: El ser humano vivirá integrado en la naturaleza, como un elemento constructivo. El hombre y la mujer serán “una sola carne”, con idéntica dignidad y, por lo tanto, en perfecta igualdad. La humanidad vivirá unida y en paz porque habrá justicia y paz en su corazón, estará unida en y con Dios.

N.B.: (Agradecimientos). Las imágenes han sido bajadas todas de internet. El texto es una reelaboración de múltiples enseñanzas recibidas a través de mil personas y otros tantos medios. Los “efectos especiales” son lo que he ido aprendiendo a base de fisgonear en el Power Point sin otro estudio que mis propias meteduras de pata. Si alguien se siente plagiado por lo aquí expuesto que sepa que no lo hice con intención de enriquecerme a su costa… sino de hacer llegar algo que me parece bueno sea divulgado. Quien quiera hacer llegar esto “más lejos”… hágalo. Si por mí fuera… el copyright no existiría: ¿hay alguien en este mundo que pueda decir que todo lo que sabe, tiene o ha hecho ha salido exclusivamente de sí mismo sin haber recibido nada de nadie?. No en vano Jesús dijo de sí mismo: “Yo soy el CAMINO, la VERDAD y la VIDA”.