TUVE UN SUEÑO, JOSÉ, Y REALMENTE NO LO PUEDO COMPRENDER... CREO, QUE SE TRATABA DEL NACIMIENTO DE NUESTRO HIJO: JESÚS.
La gente corría a comprar.... Según decían para preparar la Navidad
Iluminaban las calles...
Compraban lotería de Navidad...
Pedían muchos regalos a los Magos de Oriente... Pero era bastante extraño... Entre los regalos no había ninguno para nuestro hijo...
Otros compraban costosos regalos, los envolvían en vistosos papeles y luego los colocaban debajo de un árbol... Sí, José, un árbol dentro de sus casas. Habían decorado el árbol y las ramas estaban llenas de adornos brillantes... Había una figura en lo alto del árbol, la cual me pareció que era un ángel realmente hermoso.
Luego vi una mesa espléndidamente servida con platos deliciosos y muchos vinos; todo se veía exquisito y todos estaban contentos....pero nosotros, no estábamos invitados...
Estaba toda la gente sonriente y emocionada por los regalos que se intercambiaban unos a otros, pero ¿sabes, José?...no había ningún regalo para Jesús. Me daba la impresión de que nadie lo conocía, porque nadie mencionaba su nombre.
¿No te parece extraño, que la gente trabaje y gaste tanto en preparativos, para celebrar el cumpleaños de alguien que ni siquiera mencionan y que da la impresión de que ni lo conocen?
Tuve la extraña sensación de que si nuestro hijo hubiera entrado a esos hogares para la celebración hubiera sido un completo intruso.
Todo estaba bonito y la gente aparentemente era feliz, pero ¿sabes José?, como madre de Jesús sentía enormes deseos de llorar, porque muchos habían olvidado el verdadero significado de la Navidad.
Menos mal que sólo fue un mal sueño, pero qué terrible sería si esto se convirtiera en realidad.