Desde hace tiempo, los estados unidos se ven amenazados por el ejercito de Saddam ya que Bush creía que tenia armas de destrucción masiva.Tras negarlo el canciller irakí, la ONU inició una nueva inspección en la cual no se encontraron indicios de que las hubiese. Pero Bush seguía creyendo que dichas armas estaban allí. Bush presenta falsas pruebas sobre la existencia de armas masivas para que se reconociera el derecho a una guerra potable, pero la ONU rechazó la posibilidad de guerra, así que Bush se afilia con el ejercito británico y español para empezar la invasión.
El pretexto del gobierno estadounidense para comenzar el ataque era liberar al pueblo irakí de la dictadura de Sadam Hussein, para establecer una democracia, pero todos sabemos que eso sólo fue una “excusa” para poder explotar los recursos de Irak destacando el petróleo. Desde un principio nos han hecho creer que la guerra sería corta y que esta favorecería de cierto modo a Irak, pero evidentemente, no es así. El pentágono informó a los soldados estadounidenses que tendrían que permanecer en tierras irakíes más tiempo de lo previsto para lograr su ocupación.
El Partido Comunista Irakí (PCI), controlado por los EE.UU., colabora con ellos, por lo cual gran parte de la población irakí demuestran su desprecio por sus colaboraciones. La guerra contra el terrorismo ha fracasado, por lo cual ha fortalecido a las organizaciones que debería haber derrotado. El capitalismo no es capaz de resolver los problemas existentes en el mundo. Quizás, en un futuro, la gente se dará cuenta de que la política no sirve para estas cosas. Para acabar con ello se necesitan organizaciones políticas y solidaridad continental.