Lo que me llena de estupor no es la incredulidad sino la fe. Lo que me sorprende no es el ateo, sino el cristiano

El mundo necesita el testimonio de vuestra Fe, necesita ciertamente a Dios.

La fe no se opone a vuestros ideales más altos, al contrario, los exalta y perfecciona

La fe va más allá de los simples datos empíricos o históricos, y es capaz de captar el misterio de la persona de Cristo en su profundidad

La fe no es la simple aceptación de unas verdades abstractas, sino una relación íntima con Cristo que nos lleva a abrir nuestro corazón a este misterio de amor y a vivir como personas que se saben amadas por Dios

Fe y seguimiento de Cristo están estrechamente relacionados

Cuando el hombre se aparta de Dios, no es Dios quien le persigue, sino los ídolos.

Matar a inocentes en nombre de Dios es una ofensa contra Él y contra la dignidad humana

Es bueno plantearse la cuestión de si razón y religión no debieran limitarse recíprocamente

Queridos amigos, que ninguna adversidad os paralice. No tengáis miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad. El Señor os ha otorgado vivir en este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe siga resonando su Nombre en toda la tierra

El ateísmo y el secularismo deshumanizante son las plagas de nuestro tiempo

El fundamentalismo es siempre una falsificación de las religiones

El laicismo no puede ser una religión universal, porque es parcial y no responde a las preguntas del ser humano

.- No os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe

De esta amistad con Jesús nacerá también el impulso que lleva a dar testimonio de la fe en los más diversos ambientes, incluso allí donde hay rechazo o indiferencia

Cuando no se camina al lado de Cristo, que nos guía, nos dispersamos por otras sendas, como la de nuestros propios impulsos ciegos y egoístas, la de propuestas halagadoras pero interesadas, engañadas y volubles, que dejan el vacío y la frustración tras de sí

Seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguirlo en solitario

No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás

Solamente Cristo puede responder a vuestras aspiraciones. Dejaros conquistar por Dios para que vuestra presencia dé a la Iglesia un impulso nuevo

Quien cede a la tentación de ir por su cuenta o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la sociedad, corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesucristo, o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él

Jóvenes amigos, vale la pena escuchar en nuestro interior la Palabra de Jesús y caminar siguiendo sus pasos

Queridos jóvenes, no os conforméis con menos que la Verdad y el Amor, no os conforméis con menos que Cristo

La razón no se salvará sin la fe, pero la fe sin la razón no será humana

No somos fruto de la casualidad o la irracionalidad, sino que en el origen de nuestra existencia hay un proyecto de amor de Dios

En una sociedad donde no hay algo por lo que vale la pena morir, tampoco hay nada por lo que valga la pena vivir.

Allá donde la moral y la religión son reducidas al ámbito exclusivamente privado, faltan las fuerzas que pueden formar una comunidad y mantenerla unida.

Cuando la política pretende ser redención, promete demasiado. Cuando pretende hacer la obra de Dios, pasa a ser, no divina, sino demoniaca.

España es una gran nación que, en una convivencia sanamente abierta, plural y respetuosa, sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica.

Un Papa no está solo en la barca de Pedro, aun si es su primera responsabilidad y por eso quiero dar las gracias a todos los que me han acompañado. Nunca me he sentido sólo para cargar las alegrías y el peso del ministerio petrino.

A alguno de vosotros, Cristo os llama para que le sigáis más de cerca en el sacerdocio o en la vida consagrada. Qué hermoso es saber que Jesús te busca, se fija en ti y con Su voz inconfundible te dice también a ti ¡Sígueme!

La bondad implica también la capacidad de decir no

Gracias de corazón y pido perdón por mis errores.

El Señor nos ha dado muchos días de sol y ligera brisa, días en los que la pesca fue abundante, pero también momentos en los que las aguas estuvieron muy agitadas y el viento contrario, como en toda la historia de la Iglesia y el Señor parecía dormir.

Siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, sino Suya y no la dejará hundirse. Es Él quien la conduce, por supuesto, a través de los hombres que ha elegido. Esta es una certeza que nada puede ofuscar.

He dado este paso consciente de la gravedad y de su novedad, pero con una profunda serenidad. Amar a la Iglesia significa también tomar decisiones difíciles.

No tengo más potestad del gobierno de la Iglesia, pero en el servicio de la oración, permanezco, como quien dice, en el recinto de San Pedro.

Amar a la Iglesia significa también tener la valentía de tomar decisiones difíciles, teniendo siempre presente el bien de la Iglesia y no el de uno.

Después de haber examinado ante Dios mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerza para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.

Soy consciente de la importancia del hecho, pero también consciente de no ser capaz de llevar a cabo el ministerio con la fuerza física y el espíritu que requiere.

Hoy vemos como la Iglesia está viva, en un momento en que muchos hablan de su declive. No abandono la cruz, sino que permanezco de una manera nueva ante Cristo Crucificado.